Los tres equipos cordobeses del grupo X de Tercera División encaran el último partido del año con ilusiones diametralmente opuestas, las que marcan sus respectivas situaciones en la clasificación. Tanto el Villanueva como el Pozoblanco aguardan una victoria que les acerque a los puestos de play off, mientras que el Córdoba B espera los tres puntos para no descolgarse definitivamente. En todos los casos, las posibles incorporaciones que se realicen durante el parón navideño se prevén claves para dilucidar cuál será el objetivo de unos y otros.

El 'b', en estado crítico

El partido ante el Dos Hermanas del pasado domingo en la Ciudad Deportiva dejó en el camino del equipo blanquiverde algo más que tres puntos. Las palabras de Pedro Sánchez Pedrito dejaban entrever que la ilusión de él y sus pupilos está por los suelos, tanto es así que el técnico declaró que "éste no es el peor momento en el filial, sino en toda mi carrera como entrenador".

Desmoralizado, el villarrense, que la pasada semana se quedó sin su segundo entrenador, Rafa Navarro -ahora en el primer equipo junto a Juan Luna Eslava-, confiesa que ha pedido fichajes para enderezar el rumbo del equipo en la liga, hundido tras firmar un punto de 21 posibles en los últimos siete enfrentamientos. "He propuesto reforzar al equipo y creo que estamos en eso, en querer reforzarlo y mejorarlo", afirma, al tiempo que comenta que "si con lo que tenemos no vamos, hay que tratar de mejorar la situación de la plantilla. Si hay que fichar jugadores, que se traigan y si hay que cambiar al entrenador, se cambia. Pero hay que hacer algo".

Pese a ello, desde la dirección técnica, encarnada en la persona de Fernando Sánchez Corpas Nandi, se incide en la idea de que el objetivo primordial del B es "formar jugadores para poderlos llevar al primer equipo". Ya sea en Tercera División o en Primera Andaluza, adonde el conjunto cordobesista ha puesto rumbo, si nada ni nadie lo impide hasta el final de temporada. El dirigente de la Fundación no descarta la llegada de algún jugador antes del 31 de enero, pero éste deberá tener visos de "progresión".

rosillo, sin fichajes

El que no sumará ningún integrante a su actual plantilla es el Pozoblanco, según asegura su presidente, José Antonio Bravo. El máximo mandatario pozoalbense reconoce que "no está la cosa como para traer a nadie, si queremos que a los que están aquí se les pueda pagar".

La marcha del equipo no está resultando todo lo brillante que el directivo desease, ya que las lesiones, las sanciones y los asuntos extradeportivos están mermando excesivamente el rendimiento del plantel vallesano. La última baja en llegar ha sido la de Rizos, quien se fracturó el radio en el duelo ante el Antoniano, cuanto tan sólo había disputado diez minutos. Pese a su ausencia, que se prolongará unos dos meses, y la de jugadores importantes como Aguayo, que aún se resiente de sus molestias en el tendón de Aquiles, los refuerzos no desembarcarán en el equipo, ya que, según Bravo, "nosotros también tenemos un presupuesto limitado, porque estamos notando la crisis como todos los clubes".

Los jarotes miran alto

Donde posiblemente sí arribe alguna incorporación es al Villanueva, a pesar de que la situación económica tampoco es la más boyante. Los jarotes son el referente de la terna de equipos de la provincia, a cuatro puntos de la zona de play off.

El preparador rojillo, Antonio Galán, subrayó antes del pasado choque ante el Recreativo B que "todas nuestras ilusiones pasan por ganar el domingo". Una vez conseguido el primer objetivo, ahora toca pensar en el Mairena. Una victoria en tierras hispalenses relanzaría a los jarotes en la clasificación. Por ello, el técnico señala que "si acabamos bien hasta las Navidades, luego es cuestión de sentarnos y ver hasta qué punto tenemos posibilidades de incorporar algo nuevo, porque estamos muy contentos con el trabajo del equipo, pero necesitamos mejorar la finalización".

La entidad busca un delantero goleador, la asignatura pendiente de los pupilos de Galán. Manolín, del Écija, y Javi Bermúdez, del Don Benito, representan dos de las alternativas para mejorar otras zonas del campo. El segundo ya formó parte de la escuadra rojilla y estaría en disposición de venir, teniendo en cuenta los problemas económicos que atraviesa el club extremeño y la necesidad de suplir la baja de Israel. Por su parte, el principal impedimento para la llegada de Manolín es que ocupa una plaza de sub 23 en el equipo azulino. Galán ya se puso en contacto con el club sevillano para intentar su cesión en septiembre, pero este hecho se lo impidió.