El Prasa defiende el peso del liderato
Balonmano l División de Honor B
Mientras, el Ars vuelve a El Pandero para recibir al Maristas


Hacía casi dos años -desde noviembre de 2006, en la novena jornada del curso 06-07- que el Prasa Pozoblanco no defendía el liderato en la División de Honor B, un privilegio y un reto que los vallesanos afrontarán esta tarde (19.00, Lasesarre) en la dura cancha del Barakaldo.
Porque tres victorias consecutivas han guiado al cuadro de Paco Castillo a la primera plaza después de un mes de competición, y en Los Pedroches ya se ha disparado la euforia. Pese a las clásicas llamadas a la prudencia del técnico, que ya se están convirtiendo en proverbiales, todos saben que éste puede ser el año del Prasa. "Tenemos una plantilla más amplia que otras veces, además de un pelín de fortuna", apunta Espigol, mientras que Manolo Vilches no esconde que "tenemos más chispa", mensajes positivos que han devuelto la balonmanomanía a Pozoblanco, un pueblo que empezaba a caer en el hartazgo tras una década de intentos fallidos.
Por eso es tan importante ganar en Barakaldo, para mantener ese mensaje de fortaleza ahora que los gallos (Cangas, Huesca, Bidasoa o Aranda) aún no han despertado. Allí espera el clásico balonmano del norte, duro, agresivo, con un bloque sólido y pocos alardes para la galería… "Allí van a puntuar pocos equipos", avisa Castillo, aunque por el momento, los vascos sólo han ganado uno de sus tres partidos -descansaron en la primera jornada- y caminan por la zona baja de la clasificación.
Con un tono muy distinto encara el Ars de Palma del Río su vuelta a casa, donde le espera el Maristas de Málaga (18:00, El Pandero) después de tres jornadas sin lograr la victoria. Aún escuecen las dos derrotas consecutivas que los palmeños sufrieron ante su afición, un golpe que el empate en Bidasoa apenas ha conseguido atenuar.
Porque aunque aún es pronto, al ambicioso proyecto del Ars empiezan a surgirle algunas dudas que amenazan con frustrar lo que se había confeccionado como el asalto definitivo a la zona noble de la categoría. Para ello, y sobre todo para evitar que crezca un síndrome de El Pandero, el cuadro de Rafa Moreno afronta un encuentro "que hay que ganar sí o sí", como el propio técnico reconoce. "Somos muy conscientes de nuestra situación", dice Moreno después de analizar cómo se han escapado puntos en los minutos finales de los partidos, "aunque aún no nos preocupa".
Para que la alarma no suba de nivel más vale ganar ante los malagueños, un conjunto recién llegado a la categoría que se ha adaptado a marchas forzadas (son terceros con seis puntos) y que despliega un balonmano rápido y ofensivo a la vez que duro en defensa. "Habrá que saber sufrir", avisa el entrenador palmeño, así que los que vayan a El Pandero ya saben lo que se van a encontrar.
28.7
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