Córdoba-Elche

Otro chupito de la botella 'premium' (3-1)

  • El Córdoba salva el 'match ball' con una notable reacción cuando peor lo pasaba tras dominar con claridad el primer acto El 3-1, en el descuento, de Florin en su adiós de El Arcángel otorga el 'goal average' y lo eleva al pichichi

Las fiestas, como las que Córdoba lleva saboreando desde que arrancó mayo, son la oportunidad perfecta para los listillos de turno para dar gato por liebre a la hora de preparar un combinado. Por suerte, aún están los que miran más por la calidad y la salud del cliente que exclusivamente por su bolsillo. Así, encontrar los locales que esos regentan para festejar con los amigos es algo así como el oasis que se le presenta al sediento en mitad del desierto. Difícil, pero todo un alivio que acaba con las dudas a la hora de dónde quedar. Porque allí sabes que puedes consumir sin problemas, sin temor a los efectos secundarios que produce el garrafón y que son inevitables por mucho riesgo que pueda minimizar la costumbre. No hay nada como una bebida premium, aunque quizás no todos los días pueda uno permitirse el gusto. Pero cuando lo hace, sienta de maravilla. Más aún cuando es para celebrar un triunfo de valor doble o triple, como lo hizo ayer el cordobesismo tras la victoria de su equipo ante el Elche. Porque el Córdoba salvó un match ball que le permite seguir con vida en la lucha por el play off, dejó prácticamente descartado al cuadro ilicitano, al que también ganó el goal average particular y tomó un soplo de confianza para las tres jornadas que restan.

El CCF ganó su enésima final, que no será la última. Y lo hizo tras firmar una primera parte notable, la mejor en mucho tiempo, sobre todo en casa. Eso no le sirvió para sentenciar a un rival más centrado en defender que en atacar, que en la segunda mitad consiguió dar la vuelta a la situación. Entonces se encontró con un gol y medio, porque el segundo de Mandi entró, pero ni el árbitro ni su asistente se percataron, y en la jugada siguiente llegó el 2-1. Era el momento más delicado. Luego no faltó la dosis habitual de sufrimiento, que se encargó de enterrar de manera definitiva Florin ya en el descuento con el segundo de su cuenta particular que le permite igualar a Sergio León en la carrera por el pichichi y vivir la mejor despedida posible de El Arcángel. Pues como el delantero dijo luego en redes sociales, quizás sea "el último partido de este año o de mi vida" ante la afición cordobesista. De momento, su doblete y el golazo de Pedro Ríos sirven para seguir metidos en faena al menos lo que queda de semana, con la doble salida a Miranda y Palma. Piano, piano (ojalá) si va lontano.

Consciente de que ganar es lo único que cuenta a estas alturas de la temporada, el Córdoba encaró el partido decidido. Valiente. Y firmó quizás su mejor primera parte en muchísimo tiempo. Intenso con balón y sin él, alternando el juego por fuera y por dentro, anticipándose y minimizando a un Elche que se olvidó sus credenciales en el vestuario. Pese al calor, el ritmo era alto y el encuentro se jugó de salida prácticamente siempre en la mitad del campo visitante. Con todo, tras un primer cuarto de hora de dominio estéril por la falta de ese último pase definitivo, fue el equipo franjiverde el que disfrutó de la primera ocasión clara del choque, que sería su única aproximación con relativo peligro en todo el primer acto. Álex Moreno entró por la izquierda y Espinosa recogió su envío por el otro costado para, en ventaja, lanzar su zapatazo tremendamente desviado. Ni a puerta.

Esa afrenta, lejos de amedrentar al Córdoba, lo que hizo fue abrir una fase de mayor control y dominio, ahora incluso con oportunidades de gol. Luso remató justo al sitio en el que estaba Javi Jiménez un córner botado por Fidel al segundo palo y el propio futbolista onubense volvió a repetir el clamoroso fallo de una semana antes en Palamós en un remate franco a pase de Xisco en el área pequeña que repelió el cuerpo de Armando. El conjunto blanquiverde empezaba a acumular merecimientos, pero le faltaba dar el golpe maestro. Y de eso se encargó Florin tras recoger un balón en el área con una maniobra genial. Tras cuatro semanas de sequía, el rumano lo celebró con rabia. No era para menos, pues el partido se le ponía a su equipo como más le gusta.

Porque con el marcador a favor, el Córdoba dio un paso atrás para sentirse más cómodo en tareas defensivas, para reforzar su parcela. El Elche por fin apareció algo más con balón, aunque sin la precisión necesaria para hacer daño real. De hecho, Florin acumuló tres apariciones casi consecutivas con las que pudo romper definitivamente el duelo, pero en las dos primeras no estuvo acertado siquiera para provocar el remate y en la tercera su cabezazo a envío de Fidel murió en la mismísima cruceta. Antes del descanso y para poner el punto y seguido a un primer acto notable de los de Oltra, Nando penetró ante la fragilidad defensiva visitante y sacó un derechazo que no halló portería por poco.

El partido requería un paso al frente del Elche, otro aspirante a la postemporada con once jornadas sin conocer la derrota como aval. Y vaya si lo dio. Tras un aviso, el primero, del pichichi Sergio León, la estrategia volvió a resultar fatal para el Córdoba, que encajó el empate con un cabezazo de Armando ante la pasividad de la zaga. El excordobesista lo celebró con rabia cerca de su banquillo, sabedor de la importancia del tanto para los suyos. Cambiaba el panorama a las primeras de cambio. Empezaba a haber espacios, juego de ida y vuelta y mucha más presencia en ambas áreas. Fidel lo probó con un libre directo, aunque fue Mandi el que sacó de la chistera un chutazo también en una falta frontal que superó a Razak y botó dentro tras tocar en el larguero. Nadie lo vio. En la jugada siguiente, Pedro Ríos hizo el 2-1 en el primer balón que tocaba, en una acción iniciada en campo propio por Deivid con una arrancada en conducción que partió las líneas visitantes.

La delgada línea que separó la ventaja ilicitana de la cordobesista dibujó una última media hora con el Córdoba tratando de defenderse a través de la posesión y el Elche empujando para jugar cada vez más en campo contrario. El paso de Espinosa al centro y el aire nuevo de los cambios volcó el juego franjiverde al costado izquierdo, con Álex Martínez y Álex Moreno. Tocaba defender, a ser posible frenando la locura en la que había entrado el choque. Oltra lo intentó metiendo tres mediocentros y dejando a Florin solo arriba. Lo consiguió a medias. Porque al menos por la acumulación, y aunque el repligue fue más intensivo de lo requerido, el CCF siguió en pie. Lo pasó mal de nuevo en varias acciones a balón parado, con Armando de protagonista, y Razak tuvo que lucirse a un derechazo lejano de Mandi. El encuentro parecía que iba a morir en el área local, pero el último estirón de los de Oltra provocó un penalti light de Álvaro a Fidel con el que Florin abrochó la victoria desde los once metros. Toca seguir brindando, al menos dos veces más. Esperemos que sea con bebida premium, que dibuja una resaca más dulce.

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