Por fin quedó atrás la mala racha del Córdoba en casa. El camino hacia la victoria fue el de tantas otras veces, sobre todo en la primera vuelta. La solidez atrás y el aprovechamiento máximo de las ocasiones en ataque dieron al Córdoba un triunfo que lo reafirma en el camino a seguir hasta el final de temporada.

El Córdoba compareció contemplativo y poco tardó el Girona en adueñarse del cuero y empezar a merodear el área blanquiverde. Eso sí, el conjunto de Oltra siguió fiel a sus principios y trató de minimizar errores atrás, algo que logró con más o menos solvencia. El trabajo defensivo fue completo en los primeros 45 minutos pero en ataque el equipo apenas encontró soluciones, con los extremos negados y los delanteros demasiado aislados del resto del equipo.

El paso adelante de los blanquiverdes fue evidente tras el descanso. Pese a que el Girona seguía teniendo superioridad numérica en la medular, la presión blanquiverde surtió efecto y el equipo supo robar y ser algo más vertical. Así llegaron las ocasiones, hasta que Pedro Ríos acertó con la meta de Becerra. A partir de ahí hubo que sufrir pero el conjunto blanquiverde supo defenderse y cerrar el triunfo. El camino es de sobra conocido, sólo queda insistir en él.