Miroslav Djukic lo tuvo claro y apostó de inicio ayer por Florin Andone. No tuvo dudas. Una apuesta firme. El delantero rumano debutaba de este modo en Primera División con el CCF frente al Granada, al igual que hiciese en Copa del Rey. Como ya hizo en el encuentro copero, el ariete cordobesista marcó a los nazaríes. Era su debut soñado. Un debut de altos vuelos en El Arcángel. Una gran regalo de Reyes por adelantado. Un premio al esfuerzo y al trabajo, con el que se ha ganado al técnico serbio.

Cuando este verano el club anunció la contratación de Florin Andone, muchos pensaron que era para el primer equipo. La realidad fue que era la pieza central del ataque del filial blanquiverde. No obstante, siempre entrenó a las órdenes de Albert Ferrer, incluso en el stage de pretemporada en Marbella. Gustó mucho su puesta en escena, aunque cuando comenzó la competición liguera formó parte del filial en el debut liguero ante La Roda. A pesar de las lesiones que lo frenaron en exceso, el rumano se ganó la confianza de Miroslav Djukic en el envite amistoso ante el Málaga en La Rosaleda. Allí, éste dispuso de 45 minutos y anotó el segundo tanto de la victoria cordobesista ante los de Javi Gracia. Una lesión le impidió estar en los siguientes encuentros, pero Djukic lo tenía en su agenda. De hecho, cuando Florin se recuperó, el balcánico lo metió en la dinámica del primer equipo y entró en convocatoria. Su primera citación fue ante el Athletic, donde no jugó y cayó la primera victoria del CCF en la élite. Tampoco jugó frente al Levante en casa ni ante el Barcelona en el Camp Nou, pero fue un miembro más de la expedición. Tuvo su oportunidad el 17 de diciembre en Copa frente al Granada y no la desaprovechó, marcando el gol cordobesista. Ayer le llegó la ocasión de debutar y reivindicarse de nuevo. Lo hizo como él sabe. Luchando todos los balones y peleándose en cada momento con Babin y Mainaz. Además, hizo lo que todo delantero hace, marcar. El ex del Atlético Baleares aprovechó un preciso pase de Fede Cartabia para batir a Oier. Era el minuto 44 y el CCF puso tierra de por medio ante el Granada, ya que anteriormente había marcado Ghilas.

En la segunda parte, mantuvo el nivel y siguió buscando huecos a la espalda de la zaga rojiblanca. Peleó hasta la extenuación e incluso pudo aumentar su cuenta goleadora. Fede Vico encuentra el hueco a la espalda de la defensa granadina, pero Florin no controló bien cuando se quedaba sólo ante Oier. Hubiera sido la guinda perfecta. Aún así, con la primera victoria del CCF en casa, el debut era el soñado por Florin. No podía pedir nada más, porque todo salió a pedir de boca. Bueno, sí pudo pedir cuentas al juez de línea. El colegiado le pitó un inexistente fuera de juego cuando éste se plantaba sólo ante Oier. No hubo tiempo para más, porque Djukic vio que había cumplido con creces. Corría el minuto 82 cuando el preparador balcánico dio entrada a Xisco por el delantero rumano. Su nombre fue coreado por la grada. Un debut perfecto, el soñado.