El restaurante de Córdoba que encanta a Manuel Carrasco y donde puedes cenar a ciegas
Vértigo, ubicado en el barrio de Huerta de la Reina, celebrará una Cena a Ciegas el próximo 24 de julio
El patio de Córdoba que resulta "ideal para almuerzos luminosos y cenas mágicas bajo las estrellas"
El restaurante Vértigo fue el escogido por Manuel Carrasco para disfrutar de la gastronomía local durante una de sus últimas visitas a Córdoba. El establecimiento del chef Javier Moreno ya ha seducido a paladares tan exigentes como los de la Guía Michelin y es un auténtico laboratorio de ideas y sabores en ebullición.
De hecho, el próximo día 24 julio a las 21:30 Moreno y su equipo servirán una Cena a Ciegas: "Prepárate para una noche inolvidable en la que la vista no será tu guía. Te invitamos a sumergirte en una propuesta sensorial única diseñada para redefinir tu relación con la comida y el placer de comer. Te enfrentarás a un viaje gastronómico donde lo único que importa es el sabor. Deja que te guíen a través de una experiencia donde lo convencional no tiene cabida y lo inesperado es la norma.Atrévete a saborear lo desconocido y a redescubrir tu paladar, anuncian desde las redes sociales del establecimiento.
El precio de la cena es de 42 euros por persona
Platos para soñar
El chef Javier Moreno apuesta en Vértigo por una cocina onírica en estado puro desde que el comensal traspasa su umbral. Ubicado en pleno corazón del Vial cordobés (esquina de Doña Berenguela con Anastasio Relaño), las creaciones del afamado artista José Piñero -que ha trabajado para Ferrán Adriá, Dabiz Muñoz o Dani García- dejan sin habla a todo el que entra en este cosmopolita universo foodie de la mano de Moreno, que ejerce de maestro de ceremonias en un espectáculo que comienza y termina mucho más allá del plato.
"Partimos de una creatividad viajera, o lo que es lo mismo, contar con productos muy reconocibles locales y foráneos, pero llevarlos a otro nivel haciéndolos viajar, modificar convencionalismos y conseguir que algo que este bueno haga un parón en nuestras expectativas y se convierta en brutal", explica el chef, quien añade: "Para este tipo de clasificación en la cocina era necesario un entorno para que los platos estuvieran en un ecosistema apropiado, de ahí el mundo de los sueños que hemos recreado con una antesala de realidad. Así que podríamos clasificarlo como cocina onírica".
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