Turismo

Los cuatro pueblos más mágicos de Córdoba que visitar en el Puente de la Constitución

Panorámica Castillo de Iznájar

Panorámica Castillo de Iznájar / El Día

La provincia de Córdoba alberga numerosos pueblos llenos de encanto y con un basto patrimonio cultural y natural. No obstante, de las más de 70 localidades que la integran sólo son cuatro las que añaden un plus de magia a la experiencia turística:  Almedinilla, Cabra, Cañete de las Torres e Iznájar. 

Y es que nuestra provincia ocupa ya un lugar destacado en el Mapa del Pueblos Mágicos de España, concretamente entre los de Andalucía Occidental. 

Esta selección la lleva a cabo el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales, entidad sin ánimo de lucro de ámbito nacional fundada en 1997. En el marco de sus Programas de Fomento es el impulsor de la iniciativa de Desarrollo Rural y Local Pueblos Mágicos de España.

Esta interesante iniciativa -en palabras de sus creadores-  "pretende ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales impulsando el Desarrollo Turístico Local". 

Pero, ¿qué características debe reunir un pueblo para ser mágico? "Analizamos cada territorio en base a diez áreas de trabajo que incluyen Calidad de Vida, Urbanismo, Patrimonio, Fiestas y Tradiciones, Gastronomía y Productos Locales, Paisajes, Naturaleza y otros intangibles que hacen que unos pueblos sean únicos, sean mágicos", aseguran en su web. 

Al fin y al cabo, buscan pueblos vivos. Es decir, "con unas características propias que los hacen únicos y de los que "emana una magia especial".

Además, hay un Pasaporte de los Pueblos Mágicos de España. Éste es personal, exclusivo para adultos y se puede conseguir en cualquiera de las Oficinas de Turismo,  Puntos de Información Turística de Ayuntamientos de la Red de Pueblos Mágicos de España y otros espacios.

Y lo mejor es que gracias a él se pueden conseguir premios y descuentos en monumentos, museos y centros de Interpretación de los Pueblos Mágicos de España. 

Destinos con personalidad propia

Los atractivos de cada uno de estos cuatro pueblos son muchos y muy variados, pero hemos trazado una ruta con lo mejor que puedes ver y hacer en cada uno de ellos. ¡Toma nota!

Almedinilla es, sobre todo, hablar de arqueología, cultura y patrimonio, tal y como lo hacen sus importantes yacimientos arqueológicos: la villa romana de El Ruedo; el poblado íbero del Cerro de la Cruz, uno de los pocos de Baja Época Ibérica excavados en Andalucía, y su Museo Histórico-Arqueológico. También resulta obligatorio subir al mirador del Pingorote, desde donde se obtienen las mejores vistas del casco urbano y regresar al pueblo para ver la Torre del Reloj. 

El momento más mágico del año para descubrir Almedinilla tal vez sea durante el festival Festum, en agosto, cuando la localidad al completo revive su esplendoroso pasado romano con pasacalles, coloquios, actividades culturales y un mercado donde se mezcla lo académico con el ocio.

En Cabra el barrio de la Villa, a cuyos pies se ubica la oficina de turismo, es el principal reclamo turístico, formado por un entramado de callejuelas por las que vagar sin rumbo. Desde las antiguas murallas se obtienen unas excepcionales vistas de todo el entorno, desde las famosísimas huertas a la Sierra, con el caserío blanco desparramado. Los otros grandes reclamos aquí son el castillo y la parroquia de la Asunción y Ángeles, con bella portada barroca y un interior monumental de herencia árabe en el que no faltan los mármoles rojos típicos de la zona. Además, la localidad es puerta al Parque Natural de las Sierras Subbéticas, donde se pueden hacer numerosas rutas de senderismo

Si nuestra elección es Cañete de las Torres hay que dejarse caer por el barrio del Huerto del Francés. Tal vez el momento más mágico del año para hacer una escapada cañetera sea durante el festival Calles en Flor, a finales de abril, cuando maestros floristas de prestigio internacional muestran sus creaciones en la localidad.

El patio de las Comedias, el corral de la Pacheca, el mirador de la Villa, el de la cruz de San Pedro… La localidad de Iznájar, de 4.100 habitantes, ofrece decenas de rincones lleno de tipismo y magia por los que perderse sin un rumbo fijo. El otro gran polo de atracción de Iznájar es su pantano; se puede visitar el centro de interpretación del embalse, hacer una ruta de senderismo por sus márgenes o, incluso, animarse a practicar alguno de los deportes náuticos que ofrece la estación náutica Lago de Andalucía; la variedad de actividades es sorprendente, desde kayak hasta descenso de rápidos por el Genil.

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