Miles de ovejas merinas han cruzado en la mañana de este miércoles la capital cordobesa, una estampa que se repite cada verano desde hace décadas. Alrededor de 1.500 cabezas de ganado merino han cambiado el medio rural donde habitan por el asfalto de la ciudad durante varios kilómetros, emprendiendo así un recorrido en búsqueda de nuevos pastos. 

La persona que guía este rebaño es Felipe Molina, la sexta generación de su familia y propietario de la ganadería Las Albaidas. Molina continúa con el legado familiar manteniendo también las costumbres más tradicionales como es la trashumancia, un tipo de pastoreo en continuo movimiento que consiste en trasladarse a las zonas de mayor productividad en función de la época del año.

A primera hora de la mañana, turistas y cordobeses que paseaban por el entorno de la Calahorra se dejaban sorprender por este rebaño de ovejas. Junto a Molina marchan varios amigos y familiares que no han dudado en acompañarlo en esta travesía por la ciudad. 

Los animales vienen desde Sierra Morena y se dirigen hasta las inmediaciones del término municipal de Guadalcázar. En su ruta por la ciudad han pasado por vías pecuarias como la avenida Carlos III, el polígono Granadal, puente del Arenal, avenida Fray Albino y Cordel de Écija. Una vez allí le esperan otros 14 kilómetros hasta llegar a su destino.

Este recorrido lo harán en una jornada para la que se esperan 34 grados de máxima, según anuncia la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Unas temperaturas para las que están "acostumbrados" y que quedan lejos de los 40 grados que soportan otros años. La ruta concluirá este jueves con otros 15 kilómetros, aunque todos ellos se harán campo a través. 

En los últimos años, esta cita trashumante se realizaba en torno a la segunda quincena de julio para que los animales pasasen el resto del verano pastando en la Vega del Guadalquivir; no obstante, como ha indicado Molina a El Día, en esta ocasión, debido a la falta de agua, "vamos a estar el tiempo justo que dé el agua para que aguanten los animales, y no gastar tanto los acuíferos de allí", ha explicado. 

Paso de los animales por el Cordel de Écija.

La práctica de la trashumancia cada vez se realiza menos: "Se está perdiendo porque tiene mucha mano de obra, mucho trabajo, pasas mucho tiempo en el campo con los animales", relata Molina, quien prefiere priorizar el bienestar del animal. "Ellos ganan con ir a pie en vez de en camiones y todo eso repercute luego en la calidad de la carne", explica.

No obstante, este sector no solo realizan prácticas tradicionales, también se ha reinventado y ha sabido aplicar el uso de herramientas digitales, como por ejemplo los GPS localizadores que usan los animales para se conozca su ubicación en todo momento. Además, como explica el pastor, el 20% de su producción se pone en venta online. A pesar de ello, aún queda camino y estos pasos se van dando "poco a poco". 

Este año, Córdoba ha vivido uno de los estíos más calurosos de los que se tienen constancia, llegando a superar los 44 grados durante varias jornadas. "Es lo mismo cada año", ha afirmado Molina, aunque esta vez "han sido muchos días seguidos" y estas temperaturas, al igual que afectan a las personas, también repercuten en los animales.

Por otro lado, además de la sequía y el calor, algo de lo que no se ha dejado de hablar en los últimos meses, es de la inflación. Suben las materias primas, la gasolina y la luz, un hecho que, sin duda, afecta a todos los sectores e industrias. Molina indica que "estamos pagando el pienso al doble que hace un año, mientras que los corderos los estamos vendiendo por lo mismo que hace 20 años". 

"Nosotros no podemos incrementar el precio que sufrimos desde los piensos. No está en nuestras manos, eso lo hacen los intermediarios, los mataderos o las carnicerías", dice. Explica además que en este año de sequía "se han utilizado más piensos todavía". "Estamos sufriendo todo lo que sube", concluye.