La guía más completa para visitar Torreparedones, el impresionante yacimiento cordobés que pocos turistas conocen

Conocida como la 'Pompeya cordobesa' estuvo habitada hasta la Edad Media

Ategua, la ciudad romana oculta entre colinas, donde viajar al pasado de Córdoba

Yacimiento de Torreparedones / Salas / EFE

Un trayecto de apenas media hora separa el yacimiento de Torreparedones (Baena) de la capital. Conocida como la Pompeya cordobesa es una ciudad ibero-romana, posible colonia Virtus Iulia Ituci o municipio Bora. Los historiadores y arqueólogos apuntan a que estuvo ocupada de la Prehistoria a Edad Media, y que alcanzó la condición de colonia o municipio durante su época de mayor esplendor, en el siglo I d.C.

Torreparedones no es un museo, ni unas ruinas más, sino que es una ciudad en toda la extensión de la palabra y en magnífico estado de conservación. Un enclave a cielo abierto donde cada piedra parece contar una historia.

Los mejores momento del año para visitarlo son primavera y otoño, cuando los vastos olivares que lo circundan están en su máximo esplendor y las temperaturas son más agradables.

Se puede visitar de miércoles a lunes de 10 a 14:00 horas. Y cierra los martes. Además, a veces se organizan visitas teatralizadas, en que los actores recrean la historia del lugar.

Su situación, sobre una de las cotas más elevadas de la zona, es ciertamente estratégica. Así pues, no es de extrañar que la bautizaran como 'El techo de la campiña' y que el hombre se asentará allí gracias a su supremacía de vigía y defensiva.

Pero no tuvo únicamente esta consideración, en el complejo se han descubierto tres balnearios y un altar en honor a la diosa de la Salud, lo que apunta a que los romanos consideraron esa ciudad como idónea para la sanación, básicamente por la propiedades mineralizantes de las aguas que llegaban a la zona.

Entre los hallazgos más destacados destaca, el mausoleo de los Pompeyos, una tumba subterránea que estuvo en uso desde los momentos finales de la República, hasta bien entrado el siglo I d.C.

En la excavación desarrollada en 2009 en las inmediaciones de la zona noble de la ciudad romana encontraron un busto en mármol del emperador Claudio divinizado -en el extremo sur de la plaza del foro.

Los turistas quedan maravillados con la propia muralla ibérica que rodea el asentamiento. Fue construida hacia el año 600 a.C. y se reforzó -a intervalos regulares- con torres que se proyectan hacia el exterior.

Otro punto destacado es la puerta oriental, uno de los accesos de la ciudad. Está flanqueada por dos enormes torres de carácter defensivo.

También se puede contemplar el foro romano, el santuario iberoromano situado extramuros, en el extremo sur; así como el castillo medieval de época cristiana -ubicado en el punto más elevado.

Recientemente han empezado los trabajos para cubrir las termas, seguramente las mejores termas romanas de la Bética, con el objetivo de proteger del efecto del agua a esta joya patrimonial

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