Hay muchos motivos que hacen de Córdoba una ciudad única. Se trata de la que más declaraciones Patrimonio de la Humanidad por Unesco tiene en España. Pero no sólo eso. Mañana se celebrará el Día de la Catedral, buen momento para recordar que la de Córdoba marcó, una vez más, un hito en el conjunto del país al erigirse como la primera en conseguir la declaración Patrimonio de la Humanidad. Fue en mayo de 1984 cuando Unesco le concedió tal reconocimiento. 

En efecto, razones no les faltan a expertos de todo el mundo para coincidir en que es una joya única e irrepetible. Para empezar, en un mismo espacio se suceden y alternan zonas y elementos de las diferentes épocas y confesiones que ha albergado. De hecho, la Unesco puso sus ojos en ella y le concedió tal distinción «por su valor artístico y como ejemplo de espacio de convivencia entre musulmanes y cristianos». 

Es sobrecogedora y sorprendente la visión de su imponente Capilla Real a pocos metros de un profuso bosque de columnas cuyas dovelas bicolores se han convertido en un icono mundial. Lo mismo sucede con la decoración de capillas, cúpulas y retablos de estilo barroco, que contrasta y destaca aún más la inexistencia en el arte musulmán de figuras decorativas. 

En España son doce las catedrales que pueden presumir de lo mismo. Apenas cinco meses después que la de Córdoba lo consiguió la Catedral de Santa María de Burgos. En 1985 sería el turno de las de Segovia y Ávila. Un año después las Catedrales Mudéjares de Aragón, la Catedral de Toledo y la Concatedral de Cáceres también pasarían a formar parte del selecto club. 

Un año más tarde Sevilla y en 1988 Salamanca se incorporaron a la citada nómina. No habría ninguna declaración más hasta 1996, cuando la recibió la Catedral de Cuenca. Mientras que la Catedral de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) fue digna de tal honor en 1999. 

Y desde que arrancó el nuevo milenio tan sólo la de Baza, en Jaén, se ha sumado a las catedrales españolas Patrimonio de la Humanidad. 

Mención aparte merecen las Catedrales del Camino de Santiago, que son Oviedo, Vitoria, Lugo, Bilbao, la lucense de Mondoñedo, apodada "la Catedral arrodillada" y la de Santiago. Todas comparten la mención como Bienes Culturales de la Unesco desde 1993.

Otro de los casos destacados es el de la Catedral de Santa María de Regla de León, que tiene el honor de ser el primer edificio declarado monumento en España, mediante Real Orden de 28 de agosto del año 1844.