Campiña Sur

El Rey de Inglaterra descubre las barricas cordobesas de Tonelería del Sur

El Rey de Inglaterra apreciando el destello naranja de las barricas Casknolia.

El Rey de Inglaterra apreciando el destello naranja de las barricas Casknolia. / El Día

Carlos III, Rey del Reino Unido, consolida la posición de Tonelería del Sur como uno de los referentes mundiales de la industria tonelera protagonizando el llenado de una barrica Casknolia fabricada y envinada en la localidad de Montilla. El monarca inaugura la destilería escocesa 8 Doors –en un acto sobrio pero muy significativo— que manifiesta un cambio de paradigma en la industria de los espirituosos.

Ataviado con el típico kilt escocés, el Rey Carlos III accede a las instalaciones de 8 Doors, una destilería que recibe el nombre de la casa octogonal del famoso John o' Groats, considerada como el paraje más septentrional de la Mainland, algo así como el Non Plus Ultra de la isla principal de la corona británica. Tanto el atuendo del monarca como todos los puntos del orden del día están sometidos a las normas impuestas por la costumbre y el estricto protocolo de la Casa Windsor, pero hay una serie de elementos en el lienzo que suponen una alteración de la tradición en las destilerías escocesas solo perceptible para el ojo experto: unas barricas cuyas cabezas irradian un característico destello naranja.

Escocia es La Meca del mundo del whisky a nivel mundial. Un santuario al que se presupone la preservación y defensa de los cánones. Algo así como La Reserva Espiritual de los Espirituosos, valga la redundancia. En este contexto, las destilerías escocesas han apostado desde hace siglos por un estándar inamovible para la maduración, envejecimiento y finalización del whisky: los toneles conocidos como Sherry casks. Barricas viejas adquiridas directamente en el triángulo de Jerez que han formado parte de los sistemas de soleras y criaderas de las principales bodegas de la Denominación de Origen.

Pero desde hace una década, desde la provincia de Córdoba –concretamente desde Montilla—se ha exportado un modelo totalmente disruptivo que ha marcado un antes y un después en el sector del whisky y los espirituosos. Un modelo cuyo nombre propio es Casknolia, la marca que ha revolucionado para siempre la manera de envejecer whisky. Esta firma, propiedad de Tonelería del Sur, ha cambiado las normas del juego y ha incluido opciones para el envejecimiento del whisky a través del barril que eran inconcebibles hace una década. Rafa Cabello, gerente y maestro tonelero, afirma que Casknolia “no vende barriles, vende sabores”, y cataloga su producto como “barricas de autor”.

Una marca de barricas versátiles que alterna formatos, grados de carbonización y tipos de envinado ofreciendo a los destiladores un amplio abanico de aromas y sabores. Esta filosofía, basada en la trazabilidad de todos los elementos que participan en la elaboración de un barril (madera, metal, vino), se aleja del hermetismo y la rigidez tradicionales de este mercado para enfocarse en una búsqueda total de la transparencia.

Por todo esto, cuando Carlos III, ataviado con su kilt, se pasea por el almacén de la destilería apreciando el destello naranja de las barricas Casknolia, está participando en una revolución para el mundo de los espirituosos en el mismo corazón de la industria. Este gesto supone un viaje sin retorno para el whisky escocés. El Rey Carlos III se convierte en un improvisado Jonh o’Groats llevando al pueblo escocés hacia nuevos puertos. La figura de Su Majestad llenando una barrica que ha sido elaborada en Montilla, cuna del Pedro Ximénez, y envinada en las bodegas de la zona, significa un cambio de paradigma sin precedentes que evita el distanciamiento y engolamiento típicos de los sectores más tradicionales del whisky en Escocia que no han querido mirar más allá de Jerez.

Nuevas empresas como 8 Distillery demuestran, a través de Casknolia, que el destilador escocés puede seguir disfrutando de los mejores Sherry casks, pero también puede incluir en su receta los aromas y sabores del PX de Montilla-Moriles o el Moscatel de Málaga para idear nuevas creaciones en un mercado altamente competitivo, exigente y cambiante como el sector de los espirituosos.

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