Matilde Cano ha fusionado la majestuosidad natural de Asturias con la belleza etérea de las vidrieras románicas. De esa unión nace la colección Covadonga, que captura la esencia de los verdes montes, los acantilados costeros y los tonos cambiantes del cielo asturiano, a la vez que incorpora la rica simbología y los vibrantes colores de las vidrieras medievales. 

Encontramos en cada diseño de esta colección pinceladas de los emblemáticos paisajes naturales, pues los vestidos presentan una paleta de colores donde predominan los verdes intensos, azules profundos y tonos tierra. 

Los tejidos son ligeros y vaporosos, imitando la fluidez de los ríos y la brisa costera. Asimismo, utilizan sedas y gasas que capturan la ligereza del paisaje. 

Esta colección supone también una oda al romanticismo. Incluye detalles inspirados en las vidrieras románicas, como bordados intrincados y aplicaciones de cristales de colores que imitan el efecto de la luz atravesando el vidrio. Los patrones geométricos y florales, característicos del arte románico, se traducen en adornos y texturas en los vestidos. 

Asimismo, haciendo honor a la tierra que ha inspirado esta colección, destacan modelos como el conjunto Llanes, un diseño etéreo en tono rojizo de pantalón y blusa con capa de gasa que dan la sensación de caminar entre la niebla de los bosques asturianos. 

Resalta también el vestido Covadonga, inspirado directamente en las vidrieras prerrománicas. Combina colores vibrantes como teja, azul y dorado con patrones geométricos. El uso de falda con abertura de capa da una sensación de luz filtrada y los estampados crean un efecto tridimensional. 

De este modo, Matilde Cano rinde homenaje tanto a la riqueza natural de Asturias como a su patrimonio histórico y artístico. Cada vestido no solo es una prenda, sino una historia tejida con hilos de tradición y naturaleza, invitando a quien lo vista a convertirse en parte de este mágico paisaje.