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Casa de las Cadenas: ¿En qué pueblos de Córdoba hay una y por qué?

  • Aguilar de la Frontera, Espejo y Villa del Río albergan edificaciones que cuentan con este distintivo reservado a la nobleza y vinculado a pernoctaciones reales

Casa de las Cadenas de Villa del Río

Casa de las Cadenas de Villa del Río / El Día

La riqueza patrimonial -concretamente, arquitectónica- de Córdoba hace posible que más de uno de sus pueblos pueda presumir de tener su Casa de las Cadenas.

En el caso de nuestra provincia, los municipios de Espejo, Villa del Río y Aguilar de la Frontera conservan edificaciones señoriales que cuentan con este distintivo directamente relacionado con la nobleza. 

El llamado privilegio de cadenas al principio sólo se le concedía a los nobles más poderosos en influyentes. Posteriormente se ampliaría a las casas solariegas de los caballeros de la nobleza de segunda fila pero que por diversas causas consiguieron este distintivo y los privilegios subyacentes.

Otro de los méritos para conseguir este privilegio era que un rey o algún personaje notable de la época se hubiera alojado en dicha casa. 

La construcción se rodeaba de cadenas y esto tenía un curioso significado: el propietario de la misma podía acoger en su domicilio a cualquier perseguido por la justicia. 

La Casa de las Cadenas de Villa del Río es un referente de conservación de cultural local, nacional e internacional La Casa de las Cadenas de Villa del Río es un referente de conservación de cultural local, nacional e internacional

La Casa de las Cadenas de Villa del Río es un referente de conservación de cultural local, nacional e internacional / El Día

Museo Histórico Municipal

En el caso de Villa del Río, La Casa de las Cadenas está situada en la calle Blas Infante, 17. 

De estilo barroco, fue reconstruido en el siglo XVIII. Dicho edificio, convertido más tarde en Centro Cultural, es un referente en cuanto a lugar de conservación de la cultura local, nacional e internacional.

Mientras fue propiedad de la familia Molleja- Salcedo, pernoctó en ella en 1731 el infante Carlos. Esto les valió que Felipe V le otorgase el privilegio de cadenas.

La casa se convertiría en morada de una de las familias más poderosas del pueblo, 'Los Molleja', descendientes de Don Melchor Molleja. Y por vía de las herencias llegó a manos  de Los Condes de Colchado, que estuvieron allí hasta 1913.

Actualmente es sede del Museo Histórico Municipal y tiene varias salas permanentes dedicadas a los pintores Pedro Bueno, Blas Moyano y Ginés Liébana. 

Igualmente, la sala Beppo-Abdul es la estancia destinada a la exposición acuarelas y dibujos de este matrimonio anglo-tunecino. También alberga un dibujo de Modigliani.

La sala de arqueología, con piezas de gran valor histórico, es otra de las joyas de la corona del Museo

Por otra parte, la Casa de las Cadenas acoge los certámenes Premio Nacional de Pintura Pedro Bueno y Premio Nacional de Pintura Contemporánea Manolete. Lo mismo ocurre con la Bienal de Arte de Villa del Río, en que exponen los artistas locales sus creaciones plásticas.

La Casa de las Cadenas de Aguilar de la Frontera está ubicada en la Calle Arrabal La Casa de las Cadenas de Aguilar de la Frontera está ubicada en la Calle Arrabal

La Casa de las Cadenas de Aguilar de la Frontera está ubicada en la Calle Arrabal / El Día

Una noble equivocación

Aguilar de la Frontera es uno de los pueblos de la provincia que tiene más casas solariegas, pero ésta, sin duda, esconde una particularidad.

Está ubicada en la calle Arrabal. En una de ellas, edificada en el  siglo XVII recibió la insigne visita del monarca Felipe V a su paso por la localidad. Sin embargo, sería la contigua a ésta la que muestre en su fachada las cadenas.  Su antiguo propietario, el marqués de Casas-Vargas, las mandó a poner -sin derecho alguno- para dejar constancia del privilegio concedido por Carlos III -hijo de Felipe V- al dueño de la casa vecina, que era quien en realidad había dado cobijo a su real padre.

La fachada de la Casa de las Cadenas de Aguilar de Frontera esta realizada en piedra y fechada en 1670. Además luce el escudo de los Spínola. 

Luis Tafur de Leiva mandó construir la Casa de las Cadenas de Espejo Luis Tafur de Leiva mandó construir la Casa de las Cadenas de Espejo

Luis Tafur de Leiva mandó construir la Casa de las Cadenas de Espejo / El Día

Barroco de la Campiña Este

La baja nobleza espejeña del siglo XVIII decidió darse fuste mandando a construir esta suntuosa casa-palacio.  El impulso fue Luis Tafur de Leiva, Caballero de la Orden de Santiago. Él fue el propietario original  de la Casa de las Cadenas de Espejo, situada en la actual Plaza de la Constitución.

Desde el balcón principal se desprende una cadena y que ha dado a luz a su propia leyenda. Ésta reza que la casa también fue cárcel y que el preso que consiguiera asirse a la cadena ganaba su libertad.

La verdad -según cuentan las crónicas- es bien distinta, y el privilegio de cadenas procede del hecho de que su dueño, Luis de Tafur y Leiva dio hospedaje en el otoño de 1731 al infante Don Carlos de Borbón -quien  se convertiría posteriormente en Carlos III- en su viaje de regreso de Sevilla a Madrid. 

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