El pueblo de Fuente Obejuna alberga uno de los máximos y mejores exponentes del Modernismo cordobés. 

Rompiendo con la homogeneidad del paisaje, se levanta soberbia Casa Cardona o el Palacete Modernista como se conoce popularmente entre sus vecinos. Actualmente es la preciosa sede de la Oficina de Turismo de la localidad y el Museo Histórico Municipal pero su destino original fue bien diferente. 

Entre todo el contenido del Museo, destaca el que está en las dependencias ubicadas en la segunda planta, donde se rememora el hecho acontecido contra Fernán Gómez de Guzmán, Comendador mayor de la orden de Calatrava en la noche del 23 al 24 de Abril del año 1476; y que el Fénix de los ingenios recogió en su obra Fuenteovejuna. Incluso están expuestos algunos de los trajes utilizados en las últimas representaciones que se han realizado en el pueblo, junto a bocetos, armamento, atrezo, documentación fotográfica de las representaciones, etc.

La autoría de esta auténtica joya es un misterio, si bien algunas fuentes apuntan al arquitecto Adolfo Castiñeyra Boloix, artífice también de dos de los edificios modernistas más emblemáticos de Córdoba capital: el Colegio de Arquitectos y la sede del Instituto de Enseñanza Secundaria Maimónides en la Calle Alfonso XIII. 

Casa Cardona fue construida entre 1905 y 1908 por orden de Pedro Celestino Romero de Santos y desde 2004 es oficialmente Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. 

Parte del interior del Palacete Modernista está ocupado por el Museo Histórico Municipal

Una historia de amor

Este impresionante palacete fue un homenaje a su esposa, María Manuela Díaz de Morales, quien falleció siendo aún muy joven y poco después de finalizar las obras. 

Tras enviudar, Romero de Santos la vendió al diputado José Castillejo Castillejo, que la reformó y añadió la terraza actual, con el barandal, la cocina, unas caballerizas y otras dependencias.

Con el tiempo fue donada al Ejército durante la Guerra Civil y posteriormente cedida al Ayuntamiento de Fuente Obejuna. 

El Palacete se articula en una planta baja, un piso principal y un segundo piso. Lo rematan el sótano y la azotea superior.

Siguiendo los designios de esta corriente preciosista de finales del siglo XIX y principios del XX, destaca la sinuosa decoración de la fachada, especialmente puertas, ventanas y balcones. Majestuoso es también el barandal de la terraza, que reproduce una crestería calada de huecos verticales con extremos semicirculares.

Igualmente, es de admirar su cubierta (central), compuesta de cristales, que facilitan la iluminación principal en su interior y mediante un sistema de aberturas la ventilación de la casa.