Mario Diéguez. Novillero

"A partir de ahora espero tener más oportunidades"

  • El torero sevillano tomará la alternativa el próximo 1 de septiembre en Zalamea la Real, apadrinado por Víctor Puerto y toros de Albarreal

El novillero Mario Diéguez, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.

El novillero Mario Diéguez, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. / Alfredo Arévalo

Mario Diéguez (Coria del Río, 1985) tomará la alternativa el próximo 1 de septiembre en la plaza de toros de Zalamea la Real, siendo apadrinado por Víctor Puerto y con Julio Benítez El Cordobés de testigo. La terna lidiará un encierro de Albarreal. El torero sevillano, con una carrera forjada a fuego lento, ha desarrollado una etapa como novillero sin apenas oportunidades. Tras una actuación en Madrid, donde ha basado su trayectoria, recapacitó y no arrojó la toalla.

–Mario, ¿qué supone la alternativa?

–Algo que llevo soñando mucho tiempo. Es el momento oportuno. Se abre una nueva etapa que tomo con ilusión.

–Ha tardado en llegar...

–Pues sí. Los años se han alargado mucho. El que tiene dinero o padrino puede entrar en festejos y abrirse camino. Yo cuando actuaba en Madrid no había toreado antes en esa temporada. Unos toreros tienen una carrera de velocidad y otros, como es mi caso, de fondo, a base de sacrificios y de saber esperar.

–¿Cómo valora el cartel?

–Muy bien. Puerto es un torero importante. Julio es bastante conocido en el circuito taurino. De la ganadería, Albarreal, que nunca he toreado, tengo buenas referencias. Yla plaza es muy bonita.

Antes de mi presentación en Madrid estuve a punto de abandonar... El sistema falla en las novilladas"

–¿Cuántas novilladas ha sumado este año?

–Ninguna. Así está esto. En 2017 únicamente toreé una novillada en Torralba de Calatrava, donde corté dos orejas, y no me han puesto.

–¿Qué ha sido lo mejor y peor que ha vivido como novillero?

–He tenido tardes muy bonitas en Madrid, donde he sentido algo mágico. Por una de esas tardes ha merecido la pena el tiempo que llevo luchando. Lo peor, tanto tiempo con pocas oportunidades.

–¿Pensó en algún momento en abandonar?

–Sí. He tenido momentos de mucha duda. Antes de mi presentación en Madrid, en 2013, estuve a punto de dejarlo.

Hay toreros con una carrera de velocidad y otros, como es mi caso, de fondo, a base de sacrificio y esperar"

–¿Por qué, salvo en Madrid, apenas le han contratado?

–No tengo ni idea. Estoy un poquito decepcionado. Me duele como funciona el sistema en las novilladas picadas. Hay muchos compañeros en la misma situación, que no tienen a nadie detrás, a ningún avalista. Yo no he pisado ni Arnedo, ni Almesí, ni Arganda. A Madrid fui en blanco y fue la plaza que me salvó. En Las Ventas he toreado cinco tardes y en Sevilla una sin caballos y la del debut con picadores en 2014.

–¿Con qué tipo de matador de toros se encontrará la afición?

–Soy un torero que me gusta el toreo bueno, de inspiración; sin olvidarme que hay que arrear. Se torea con el alma.

–¿Cree que cambiarán las cosas con el salto de escalafón?

–Es un momento muy difícil. Pero a partir de ahora espero tener más oportunidades, que vengan más continuadas.

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