Una oreja por coleta para Castella y Rivera Ordóñez en la plaza de Vitoria

GANADERÍA: Se lidiaron toros de seis hierros diferentes. Por orden de aparición en la plaza de las ganaderías de Juan Pedro Domecq, Parladé, Zalduendo, Valdefresno, Puerto de San Lorenzo y Los Bayones. Desiguales de presentación, los mejores el tercero de Zalduendo y el quinto del Puerto de San Lorenzo que fue aplaudido en el arrastre. TOREROS: Rivera Ordóñez, que sustituyó a Enrique Ponce: dos pinchazos y estocada (silencio); y estocada atravesada y un descabello (oreja); Sebastián Castella, un pinchazo y estocada casi entera (silencio); y media estocada desprendida y un descabello (oreja). Miguel Ángel Perera, pinchazo, estocada y un descabello (ovación); y dos pinchazos y estocada (ovación). INCIDENCIAS: La plaza tuvo media entrada superior en tarde soleada.

Rivera Ordóñez y Castella cortaron una oreja cada uno en un festejo en el que Perera resultó ovacionado por partida doble, sobre todo en el que cerró plaza.

Sebastián Castella se encontró en el cuarto un toro que fue de menos a más. El del Puerto de San Lorenzo que manseó en la primera parte de la lidia sacó la casta cuando el francés le puso la muleta. Poco a poco le fue metiendo en la canasta y el burel terminó por entregarse a los engaños. Castella le sacó todo lo que tenía dentro el del Puerto a base de temple y ligazón enjaretándole varias series por la derecha y por naturales. Pese a necesitar el verduguillo fue premiado con una oreja. Su primero, de Parladé, fue un manso con genio y peligro. Pese a las condiciones adversas para el triunfo del toro, el francés estuvo muy profesional y con mucha vergüenza torera delante. Vio silenciada su actuación tras necesitar dos intentos para dejar una estocada casi entera.

Rivera Ordóñez también tocó pelo en el cuarto toro. Lo recibió con varias verónicas. El toro, que manseó de salida, también mostró esa querencia en banderillas donde Rivera estuvo entregado al poner él los rehiletes ante un burel complicado. Con la muleta, el de Valdefresno protestó en el trasteo inicial. Muy inteligente y profesional, Francisco ganó la partida al animal y éste terminó respondiendo con calidad en la muleta. Tras dejar una atravesada necesitó de un descabello. Oreja.

En su primero vio silenciada su labor al fallar con los aceros. También banderilleo al que abrió plaza de Juan Pedro Domecq que se movió, fue noble y se dejó pegar pases por parte de Rivera.

Perera fue ovacionado tras cuajar dos buenas faenas. El tercero de la tarde, el mejor del festejo, fue una mina en manos del de Puebla de Prior que ligó series con precisión. Finalizó con circulares y encimita pero la espada le privo de un trofeo mayor.

Ante el sexto, un manso con peligro que cortaba el viaje, estuvo Perera muy importante. Con gran torería consiguió a base de mucha exposición sacarle algunos muletazos lo que le costó un revolcón. Vio de nuevo ovacionada su labor pero de forma más clamorosa.