La afición al toreo sigue viva y la doble jornada de puertas abiertas de la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla ha servido para demostrarlo. La tarde del viernes el coso del Baratillo se llenó, sobre todo, de jóvenes para acercarse a los trastos de torear. Entre los toreros de salón, había muchos aficionados, pero también curiosos que querían sentir cómo es pisar el ruedo.

La iniciativa, que cumple su octava edición, ha logrado una gran aceptación en los últimos años e implica poder tocar y manejar los mismos trastos que usan los toreros y practicar el toreo de salón bajo la dirección del equipo docente del Club de Aficionados Prácticos, que comanda el torero Eduardo Dávila Miura."Se trata de un taller completamente gratuito en el que los más pequeños tienen un primer contacto con la plaza y con el toreo de una forma completamente didáctica y práctica", explicó José Enrique Moreno, director de Toromedia, la agencia que coordina la iniciativa.

Hasta las ocho de la tarde de ayer quienes se acercaron hasta la Real Maestranza pudieron participar en las actividades propuestas de forma libre y gratuita. La mayoría no era la primera vez que cogía un capote o una muleta para practicar la suerte de banderillas en un carretón o incluso montarse en un caballo de picar para simular la suerte de varas, pero todos tenían la ilusión en las caras de cumplir el sueño de todos los aficionados al toreo: sentir por una vez lo que es pisar el albero de la Real Maestranza. Quien sabe si alguno de los niños que ayer probaron con la muleta, abrirá dentro de unos años la Puerta del Príncipe.