Paco Camino cumple cincuenta años de alternativa sin nostalgia
El maestro de Camas, que acaba de cumplir sus bodas de oro como matador de toros, es ganadero de bravo con dos encastes de sangre Santa Coloma y Marqués de Domecq, en la ribera del Tiétar
En esta temporada se han cumplido los cincuenta años de alternativa de una figura histórica del toreo, un aniversario que el Paco Camino ha vivido sereno y tranquilo.
Fue el 17 de abril de 1960, en Valencia. Aquel novillero de Camas que no se dejaba ganar la pela, con la precocidad, el desparpajo y las cualidades de uno de los grandes, había triunfado arrollando en la novillada de Fallas. Tenía tal ambiente que se dio una corrida de toros, en una fecha nada taurina en Valencia, nos recuerda el maestro, ya que era Domingo de Resurrección.
Hoy, en la paz de su finca "Los Camino", vive aquellos tiempos sin nostalgia: "he vivido los cincuenta años con mucha tranquilidad, ha sido una cosa muy bonita y para mi muy importante". Porque Camino siempre ha vivido mirando al futuro: "no tengo nostalgia porque pasé mucho en la vida. Hay gente que dice, que quisiera tener otra vez veinte años para seguir, pero yo no Yo he pasado mucho para tener algo, gracias Dios. No tengo mucho, pero por lo menos tengo amigos y me divierto con mis amigos".
Vida de aficionado y vida campera. El maestro vive en un lugar de privilegio. La finca está orientada a la cara sur de la Sierra de Gredos, linda con el Tiétar. Un paraíso a doscientos kilómetros de autovía de Madrid, entre Talayuela y Candeleda. El microclima del valle del Tiétar, la feracidad de esta tierra de rico pasto, agua cristalina... Camino es ganadero de bravo y de manso en una finca de amplio horizontes hacia los nevadas cumbres de la sierra. La parte ganadera, sombreada de encinas y robles, y la vega, para cultivo.
Hoy Camino es un tranquilo labrado y ganadero que disfruta con la fiesta de los toros: "voy a los toros, a Sevilla, Madrid, Valencia... Los toros es lo que más me apasiona y lo que más me gusta".
Rigurosamente hospitalario, pasan unos días en esta casa el matador de toros de El Puerto Fernando Heredia, que trae a su hijo José y a Fran Gómez, para las faenas camperas. El maestro es muy amigo del torero portuense y le abre puertas y cerrados para que escoja un macho para su hijo. Camino cría dos encastes, Santa Coloma y Marqués de Domecq. El primero la sangre favorita para sus genialidades en el ruedo: "los encastes ya prácticamente.... Existen pero... Antiguamente era juampedro, Miura Pablo Romero, Conde de la Corte, Murube, Santa Coloma, Felipe Bartolomé, Benítez Cubero... Cada uno tenía su historia. Ahora son muy continuadas y solamente privan una o dos ganaderías, cuando hay encastes que los toreros no quieren y no se porqué. Por ejemplo Santa Coloma, que era muy importante en el toreo y las figuras los tenían que torear, pero dándole su distancia y su tiempo. Santa Coloma se ha quedado muerto ahí y sin embargo en la época nuestra la mataban todas las figuras del toreo".
Lo dice quien ha cuajado toros de todas las sangres. No hay más que ver su tarde en Madrid, en solitario, en la que se anunció con toros de todos los encastes -Juan Pedro Domecq, Urquijo, Miura, Pablo Romero, Buendía y Arranz- y cortó nada menos que ocho orejas.
Sus favoritos, los santacolomeños: "en aquella época de Santa Coloma había doce o catorce corridas y yo mataba la camada entera, por ejemplo Atanasio lidiaba ocho o diez y como yo toreaba setenta corridas de toros, pues había que lidiar de todo. El encaste que más me gustaba era Santa Coloma pero tenía que matar muchas más corridas de otra gente que Santa Coloma solamente. Eran bastantes hierros y encastes distintos, ahora todo es muy igual".
Vemos los erales y utreros -Camino no lidia toros- y Heredia escoge. Están gordos y lustrosos, bien comidos. En los días que están los toreros gaditanos en esta casa hay faena diaria. Tientan César Jiménez, el matador de toros de Cebreros Luis González que torea la corrida de la Beneficencia de Ávila, ayer lunes venía Alejandro Talavante... El maestro, como ganadero lo ve rápido: da las indicaciones que requiere la prueba de bravura con exquisitez y cariñoso respeto y advierte al torero de turno: "¡Ojo, que con eso no quiero decir que la becerra sea buena, la becerra es mala!". Las diagnostica rápido y manda torearlas de muleta en cuanto determina la bravura en el caballo.
Fran Gómez y José Heredia aprovechan al máximo los tentaderos en esta ganadería; con el capote brega eficaz José Antonio Heredia. Fran tiene un compromiso crucial el día 15 en El Puerto y José muestra un corte personal y artista sin perder un paso ante el exigente ganado. Fernando Heredia calibra y bromea con Camino. El toreo sigue adelante.
El torero de Camas que ha sido una de las cabezas más privilegiadas del toreo, ve que la lidia tiene futuro: "yo la fiesta la veo como siempre. Creo que la fiesta va siempre para arriba. La veo sana. Hay chavales nuevos que son muy importantes. En mi época había muchos y ahora también, aunque menos que antes. Pero generalmente creo que dentro de poco tiempo habrá chavales jóvenes que pueden llegar a ser máximas figuras del toreo". Tampoco le inquieta el acoso que sufre hoy el toreo desde el antitaurinismo: "son cuatro zánganos de estos que no trabajan ninguno. Yo no sé si alguno trabajará en algo pero le aseguro a usted que los que yo conozco, generalmente, el trabajo que tiene es ese, pero currar como un trabajador... ninguno".
Lo que sí que reclama es que las instancias públicas le presten más apoyo al toreo: "creo que el Gobierno no tiene ningún interés en la Fiesta porque es el primero que está dando la espalda. Por el señor Zapatero y por todo el circo de antitaurino, golfos les llamo yo, que están en contra de la fiesta y que son políticos que comen de nosotros mismos. Lo que tienen que hacer es utilizar el dinero que aportamos nosotros a Hacienda para recuperarlo para la Fiesta, no comer de lo nuestro".
Hace calor, se refleja el sol en los neveros de los picos de Gredos y el ganado bravo disfruta apacible de este paraíso. Peor lo tienen los becerros de engorde, que apenas con ocho meses son embarcados camino de mesas y mostradores: carne de Ávila, de lo mejor que hay con estos pastos.
En la amplia plaza la faena ganadero es un éxito. Camino dirige el tentadero desde el palco, que tiene aire de plaza grande ya que columnas y balcones proceden del derribo de la antigua plaza de Valladolid.
Seguimos hablando de la Fiesta con el torero, de cómo ha evolucionado: "en mi época éramos más amigos fuera de la plaza, en la plaza éramos perros. Ahora hay más amistad en la plaza. No me gusta eso. Hoy son conformistas".
La competencia y los competidores era terrible, se "arreaba" tela. Basta repasar las estadísticas. Gente que no se dejaba ganar la pelea. Camino ha competido 260 tardes con Diego Puerta, 184 con El Viti, 139 con El Cordobés, 128 con Ordóñez, 103 con Paquirri, 95 con Ostos, 82 con Ángel Teruel; 72 con Manolo Martínez , la primera figura de México con el que tuvo una competencia planetaria: "Martínez era un gran torero de México que vino con una propaganda demasiado desorbitada. Un gran torero, llegó aquí y aquí la cosa es distinta. Yo estuve tres años yendo a México para adaptarme al toreo de allí y lo mismo le pasó al hombre aquí. El estuvo menos tiempo pero ha sido un gran torero aquí y allí. Éramos amigos pero en el ruedo".
Lógicamente se habla de José Tomás: "no soy muy amigo de José Tomás, yo lo conozco como una buena persona. Yo lo admiro como torero, pero no tengo una gran amistad con José Tomás. He estado dos o tres veces con él. Yo soy de los mayores y el hombre me tiene un gran respeto como se lo tiene a todo el mundo. Gracias a Dios, de momento está funcionando" dice en referencia a la cornada.
Le preguntamos si es cierto que José Tomás tiene ese aire de Mondeño. No se olvide que Camino alternó 48 tardes con el de Puerto real: "José Tomás es diferente a Mondeño. José Tomás tiene otra personalidad, en el mundo del toro siempre se buscan parecidos que no hay con toreros anteriores. De tal o cual se dice que era como Manolete... son distintos".
El veterano torero nos enseña fotografías. A Camino, además de las crónicas, lo han pintado Revello del Toro o Macarrón y se ha escrito mucho de el en trabajos monumentales, como el de Carlos Abella. En las paredes del palco campero, de las mejores fotos del toreo porque además de lidiador fue un artista y dueño de una fotogenia única: la famosa foto de la estocada de Bilbao, la chicuelina de Nimes, el doblón de Las Ventas...
No enseña dos fotos de niño, en plazas extremeñas, vestido con el mismo pantalón corto y la misma camisa "no tenía otra", recuerda. Cuenta anécdotas de sus tiempos de panadero, de como rebuscaba aceitunas. Eran tiempos duros. Bromea con Fernando Heredia recordando como los toreros corrían y hacían ejercicio y Camino se quedaba sentado, guardando todas sus energías para la plaza: "El que quiera entrenarse que recoja piedras en el campo. Eso sí que es un ejercicio".
Muchos recuerdos atesora aquel niño sabio de Camas que con acierto llamó Abella "el Mozart del toreo". Aquel niño de pantalones cortos que enseñaba muy serio las dos orejas y el rabo de su becerro, repitió el mismo gestos en las plazas más importantes del planeta del toro: 82 tardes en Barcelona, 52 en Madrid, 49 en Valencia, 42 en Bilbao, 34 en Sevilla... y aquellas estocadas. En toda su carrera, 24 temporadas, solamente sumó 19 avisos si contamos los tres de Lima donde se negó a matar un toro. Hubo 16 temporadas en las que no oyó ni uno. 1456 corridas de toros, 1795 orejas, 141 rabos, 11 puertas grandes en la plaza de toros de Las Ventas.
Y nuestro Rincón taurino: "Cádiz, El Puerto, Jerez, Algeciras, la Línea... para mi han sido plazas muy importantes. La pena es que la plaza de Cádiz se derrumbó y yo fui uno de los últimos que toreó. Pero es una pena que Cádiz, la Tacita de Plata, no tenga una gran plaza de toros, no una plaza de toros, sino una gran plaza de toros" enfatiza. Tiene que venir usted a la inauguración maestro: "Dios quiera".
Tardes en nuestras plazas que no olvidarán muchos de nuestros lectores 21 en Jerez, 17 en El Puerto que fue la plaza donde por vez primera toreó abriendo cartel; 12 en Algeciras, 10 en La Línea y dos en Cádiz porque se cerró en 1967. Una corrida de Juan Pedro Domecq con El Cordobés: Camino había triunfado un año más en San Isidro y Juan Pedro Romero, que había reaparecido de matador tras un periodo de banderillero, llegaba con la vitola de haber triunfado en Jerez: "recuerdo que corté un rabo".
Los toreros nuevos, José Heredia y Fran Gómez nunca olvidarán los días que han pasado en esta finca, siguiendo los consejos de una figura histórica del toreo con cincuenta años de alternativa y una trayectoria inigualable. Felicidades maestro.
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