Toros

López Simón, Miranda y Toñete se van a hombros en la Pinzoniana

  • Firmeza y verdad en dos faenas de David de Miranda.

  • Alberto López Simón cuaja al cuarto, otro buen toro dentro de la corrida

Dos faenas intensas, valientes y con entrega de David de Miranda junto a la importante faena de López Simón frente al cuarto de la tarde componen la parte más brillante de un festejo pinzoniano que demostró tener muy buena salud en su décimo aniversario puesto que en taquilla llegó a poner el cartel de ‘No hay billetes’.

Tuvo diversidad la corrida de Domínguez Camacho, sin duda una de las mejor presentadas en la temporada en cuanto a cara y cuajo. Con mejores inicios que finales el encierro despachó el toro más completo en cuanto a duración, calidad y temple en el tercer acto del festejo. Dentro de la tónica general desarrolló más genio que otra cosa especialmente el lote de Miranda quien se la jugó muy de verdad en dos faenas de mucha quietud y exposición.

Especialmente intenso fue ese duelo sobre el albero frente al quinto de la tarde con el que el torero de Trigueros armó al tendido de pasión. Faena no solo de valiente sino de mucho compromiso en la tarde hasta conseguir el pleno dominio metido con profundidad entre los pitones. Si hay orejas de verdad en la tarde esas las paseó Miranda por partida doble en este toro y otra de mucha solvencia por cuanto se dejó pasar muy cerca los astifinos pitones aguantando ese molesto cabeceo de un toro que soltó demasiado la cara y casi siempre a media altura. Estocada a ley como rúbrica.

Anduvieron sosotes Simón y el primero de la tarde, frenado ya el animal de salida. Todo como el agua: sin color, olor ni sabor. Pero el cuarto fue otra historia porque ahí sí se llenó el conjunto de un toro colocando con clase la cara y un torero obligando en la muleta a cerrar con profundidad las series. Todo con mejor son por el pitón diestro con el animal queriendo tirar para adelante con estilo y el torero dejando llegar el toreo con la mejor forma y templanza.

El tercero de la tarde tuvo virtudes. Noble, colocando la cara, repitiendo y siguiendo el engaño hasta el final que le exigió Toñete, que no fue el que tuvo el toro. Anduvo lleno de voluntad el torero por alegrar una lidia en la que a veces hubo precipitación en la ejecución del muletazo y en el conjunto general el completar las series. Entonado con el capote el joven torero madrileño echo el resto frente al ejemplar que cerró la tarde atacando con más decisión una faena que remonta por encima la condición de un toro que también tuvo nobleza y con el que Toñete llegó a entenderse en muchos momentos de una lidia rubricada certeramente con los aceros aupando así al torero a esa Puerta Grande que ayer culminó la temporada en Huelva marcando sin duda un lugar importante en esta por cuanta seriedad pusieron sobre el albero toros y toreros.

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