José Tomás en el Corpus de Granada

Silencio, gocen: José Tomás

  • Triunfo rotundo en la única corrida programada esta temporada para el de Galapagar

  • Seis orejas y un rabo en la reaparición del diestro en la Nueva Plaza de Toros de Granada

El diestro de Galapagar da un muletazo flexionando la rodilla.

El diestro de Galapagar da un muletazo flexionando la rodilla. / Álex Cámara

NUEVA PLAZA DE TOROS DE GRANADA.

TERCERA CORRIDA DE ABONO. CORPUS 2019. Se lidiaron toros de Benítez Cubero y de Pallarés para rejones; y de Núñez del Cuvillo, El Pilar, Garcigrande y Domingo Hernández para lidia ordinaria.

TOREROS: Sergio Galán, ovación y ovación. José Tomás, de azul y oro, dos orejas, dos orejas, ovación y dos orejas y rabo.

INCIDENCIAS: Tercera corrida de abono, tarde soleada y temperatura alta. Lleno hasta la bandera. Presidió la corrida Mariano de Damas Cerdá. Amenizó la tarde la Banda de Música Felipe Moreno de Cúllar Vega.

Dale limosna mujer, que no hay cosa más mala que no poder ver torear a José Tomás en Granada. Afortunados los miles de aficionados que se dieron cita en la tarde de ayer en la Nueva Plaza de Toros de Granada para presenciar la corrida de toros, tercera de abono, del Corpus 2019. Tarde apoteósica de José Tomás que reaparecía después de torear una sola corrida la pasada temporada y, de momento, no está anunciado en ninguna otra.

El rejoneador Sergio Galán abrió plaza con un toro negro de Pallarés, de nombre Ilustrado, que embistió a arreones, pero que supo templar con Amuleto, aunque siempre quería adelantar al caballo. Puso banderillas con Ojeda, que plantó cara al toro de forma descarada, y las cortas con Óleo. Mató de rejón defectuoso, lo que valió una calurosa ovación, en un toro que brindó al maestro José Tomas.

Sergio Galán mató de rejón defectuoso en un toro que brindó al maestro José Tomás

En su segundo, cuarto de la tarde, un precioso berrendo en cárdeno de nombre Tártaro, un buen toro que fue aprovechado por Sergio Galán, que volvió a hacer gala de su cuadra, salió con Alcotán y puso banderillas con Embroque, destacó en un magnífico para a dos manos a lomos de Apolo. No tuvo suerte con el rejón de muerte, y fue aplaudida su actuación.

El toro de la reaparición de José Tomás en Granada se llamó Fumador, un colorao de capa, de Núñez del Cuvillo al que recibió a la verónica dejándolo pegado al capote. Tras un buen puyazo, donde empujó el toro, el quite por chicuelinas y tafallera. Se fue al centro del ruedo con la muleta en la mano, con la barbilla metida en el pecho, despachó una serie de diez estatuarios. Cogió la franela con la izquierda y armó dos tandas al natural con una profundidad de ensueño aprovechando el recorrido del toro. Mató de estocada algo trasera y desprendida, fue premiado con dos orejas.

José Tomás, aclamado por la multitud a su salida a hombros del coso granadino José Tomás, aclamado por la multitud a su salida a hombros del coso granadino

José Tomás, aclamado por la multitud a su salida a hombros del coso granadino

De inmediato se puso de nuevo en el albero granadino, salió el tercero de la tarde, segundo para José Tomas, un toro castaño de Garcigrande, de nombre Fogoso, de más volumen, pero al que volvió José Tomás a envolver en su capote toreando a la verónica. Tras un puyazo le propinó un espectacular quite por gaoneras, sin mover un solo centímetro ninguno de sus pies. Comenzó la faena en la zona de sol, a la altura del 11, para traerlo como el solo sabe hacer hasta los medios, allí lo cuajó por cada uno de los pitones, para quedar en la retina los cambios de mano, igual que los circulares, hasta tres, con los que despachó la faena. Dejó estocada un poco caída, de nuevo el mismo premio, dos orejas y la plaza que se venía abajo.

Tras el descanso de la merienda y el segundo toro de Sergio Galán, de nuevo la expectación en la Nueva Plaza de Toros de Granada, para seguir viviendo la tarde con José Tomas. El quinto toro, tercero de José Tomás, de nombre Bellito, perteneciente a la ganadería de El Pilar, colorao de capa, no dejó lucirse al torero en el recibo, le apretó mucho en tablas, igual que apretó bastante en el caballo de Vicente González que le instrumentó un buen puyazo y fue aplaudido. Tuvo José Tomás que poner más valor, si cabe, en el apretado quite. Con la muleta, el toro se quedó corto y solo pudo ofrecer algunos pases sueltos, pero de incalculable valor. Mató de estocada tendida y descabello, recibiendo una clamorosa ovación que saludó desde el tercio. El banderillero Miguel Ángel Martín, también saludo antes.

El tercer toro del matador madrileño no le dejó lucirse en el recibo, pero puso más valor, si cabe, en el apretado quite

Y quedaba el sexto, Novelero, otro toro colorao de Núñez del Cuvillo, un toro bonito, al que correspondió José Tomás con saludo por delantales junto a tablas, dio tantos pero parecieron tan pocos, increíble quite echándose el capote al hombro mientras se dirigía a tablas, puso por enésima vez la plaza boca abajo. No se lo pensó, se fue al centro del anillo a torear al natural, despacio, relajado, olvidándose, así estuvo el de Galapagar toda la tarde. Puso los pelos de punta con unos estatuarios imposibles, salvo para él, mató de gran estocada. Dos orejas y rabo, delirio en la plaza. VIVAN LOS TOROS.

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