El origen almonteño del inventor del baloncesto, que da nombre a la copa del Mundial
España se enfrenta a Canadá
James Naismith era de origen canadiense, de Almonte, país al que la selección se juega su pase a los cuartos mundialistas este domingo
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La selección española se juega este domingo su pase a cuartos de final del mundial ante Canadá, país de origen del inventor de este deporte. La actual campeona se enfrenta en un partido decisivo ante los paisanos de James Naismith, quien en Springfield, Massachussets, ideó en 1891 un juego para que sus jóvenes alumnos de la YMCA pudiera hacer deporte en los días de lluvia. Su idea tuvo que adaptarla tras el primer encuentro porque acabó en batalla campal. Con sus trece reglas dio origen al baloncesto, el juego en el que había llevar botando un balón de fútbol hasta colocarlo en una cesta de melocotones situada a 3 metros de altura. España se enfrenta a Canadá a las 15.30 en un partido que se podrá ver en La 1.
Naismith era canadiense de un pueblo de recio nombre andaluz, Almonte. Aunque en la toponimia de Estados Unidos abundan los nombres españoles a lo largo de su mapa, entre fundaciones hispanas y otras que repartían nombres de ciudades europeas para cada nuevo enclave, en Canadá los nombres de la Península Ibérica son más esporádicos. Los españoles realizaron expediciones por esta zona septentrional del continente norteamericano pero apenas dejaron su huella.
El inventor del baloncesto es de origen almonteño, del Almonte canadiense, ubicado en la provincia de Ontario. Una localidad que recibió el nombre de un general mexicano de ascendencia onubense y que puso en jaque los intereses de Estados Unidos, entonces, a mediados del siglo XIX, el país que amenazaba la estabilidad de Canadá.
Dos décadas después de fundarse el Almonte de Ontario nació James Naismith, hijo de inmigrantes escoceses. Cuando ya tenía experiencia de profesor de deportes ideó el juego de las canastas que en pocos años se hizo popular en Estados Unidos. De nacer como un deporte en el que los participantes se afanaban por la pelota con fuerza se convirtió en una disciplina donde el contacto se penalizaba.
Canadá reclama la figura de este almonteño, un paisano ilustre que falleció en 1939, casi 40 años después de inventar el deporte que le dio fama aunque no dinero. En el Berlín de Hitler, en 1936, se había celebrado el primer torneo olímpico de baloncesto, una de las disciplinas con más seguidores y espectadores y que mira a los ojos al fútbol.
Y, por cierto, el Almonte de Ontario es una idílica aldea que es utilizada por películas y telefilmes como escenario navideño por lo bucólico de sus calles.
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