Queridos personajes

Los secundarios de algunas series acaparan muchas veces protagonismo y el público les quiere

Queridos personajes
Fátima Díaz

20 de enero 2016 - 05:00

En muchas series españolas de televisión hay un personaje algo gafe, gordito, feucho, segundón, disparatado y con poca suerte en la vida que generalmente comienza ablandando el corazón del espectador y acaba convirtiéndose en uno de los preferidos de la audiencia. En la ficción internacional sus hómologos serían Sheldon Cooper (de The Big Bang Theory), Carlton (de El príncipe de Bel Air), Steve Urkerl (de Cosas de casa) o Chandler Bing (de Friends). En España, la mayoría de veces el Luisma de Aída o el Amador Rivas de La que se avecina superan lo imaginable, tanto en disparates como en protagonismo. Empiezan como secundarios y, poco a poco, conforme el público los incorpora, acaparan secuencias hasta que un día son el alma de la serie. Los actores que los interpretan, como ocurre con Paco León y Pablo Chiapella, difícilmente pueden ya deshacerse de él. En algunos casos, como el de Fernando Tejero, Emilio en la mítica Aquí no hay quien viva, el actor y el personaje incluso acaban peleados. Otros, como Luisa Martín, que interpretó a la recordada Juani de Médico de familia, los aprecian porque les valió el hecho de labrarse una carrera en el mundo de la interpretación.

Muchas veces, si continuamos viendo una serie a través de las temporadas, los cambios de día de emisión y los giros extraños en la trama, es por sus personajes. Podemos terminar sintiendo que, de algún modo, es como si fueran de la familia, porque los vemos evolucionar, reír, llorar, equivocarse, ser felices o morir a lo largo de los años desde nuestro televisor. Desde el entrañable Piraña de Verano azul al déspota Jesús Quesada en Camera Café, todos se han hecho un hueco en la historia de la televisión con sus frases míticas o sus geniales salidas de tono.

Luisma, de Aída, forma parte del grupo de esos que bien se merecerían una serie propia. Sociable y bastante tonto, él se cree un chico sofisticado e inteligente, aunque lo cierto es que es el único de su barrio que lo cree. Ex drogadicto, eterno enamorado de Paz -la prostituta de Esperanza Sur- y leal amigo de Barajas, aún más idiota que él si cabe, Paco León debe a este personaje su salto definitivo a la fama.

Como ocurre con Pablo Chiapella, el gañán Amador Rivas, 'cuqui', pedante y salido, de cuyo personaje no puede ni quiere deshacerse pues se ha convertido en otro clásico de la comedia televisiva. Con su "Merengue, merengue", "salami" y su hit, el Mandanga Style, todo un trending topic,se ha metido al público en el bolsillo. Como el resto de personajes entrañables, su vis cómica y su proximidad han sido determinantes a la hora de formar parte de la galería de míticos.

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