Andrew Parker Bowles, ex marido de la reina británica Camila, tiene un papel activo en el equipo de Carlos III y ha llegado a representar al matrimonio real en algunos compromisos. A sus 82 años (9 años más que el rey británico), el general de brigada, brigadier en la jerarquía militar del Reino Unido, está a disposición del palacio de Buckingham. Persona de confianza, a toda prueba, leal a Camilla y a su marido como ha demostrado durante lustros.

El militar, que también tuvo un romance con la princesa Ana, no está de brazos cruzados y aprovechando su posición e influencia está al frente de la reconfiguración como residencia y centro comercial del que fuera uno de los recintos sanitarios más importantes del Reino Unido, un antiguo hospital militar para asistencias y descansos prolongados de soldados heridos en batallas.

El hospital Royal Haslar

La revista británica Tatler se hace eco de este lucrativo proyecto urbanístico del hospital Royal Haslar, recinto de la Royal Navy ubicado en la localidad de Gosport, en el condado de Hampshire. En este núcleo con vistas al mar se está creando un pueblo marinero con viviendas de lujo, locales comerciales y restaurantes más un museo que atesore documentación y rastros de la actividad de lo que fue este edificio siglos atrás.

La entonces princesa Isabel visita el hospital Royal Haslar en 1943

El montante de esta rehabilitación del recinto, dándole así un uso residencial y turístico, es de 200 millones de libras esterlinas. 

Al frente del proyecto, como presidente, expone Tatler, se encuentra el ex marido de la reina Camila. Parker Bowles estuvo casado con la esposa de Carlos de Inglaterra entre 1973 y 1995.

El Royal Haslar es una imponente edificación del siglo XVIII creada por la armada británica para asistir a heridos graves y convalecientes que necesitaban de tranquilidad. El edificio principal se inauguró en 1745 y a lo largo de las décadas se fue ampliando con instalaciones deportivas y pequeñas viviendas anejas que convirtieron el núcleo en un pequeño pueblo

Entre los últimos soldados británicos herido que fueron asistidos en el hospital fueron los de la guerra de las Malvinas, sucedida en 1982, conflicto bélico acaecido poco después de la boda de Carlos de Inglaterra con Diana Spencer. Dada la complejidad y extensión del recinto este histórico hospital de la Royal Navy cesó sus actividades en 2007.  Desde entonces estaba en el punto de mira para su rehabilitación como recinto turístico proyecto que se puso en marcha años atrás y que se presentó en 2021.