Anuario Agricultura y Alimentación 2021

El tirabeque, un tipo de guisante suave y dulce, y producto exclusivo de Dalias

Una buena parte de los vecinos de Dalías, cuya población al 1 de enero de 2020 fue de 4.066 habitantes, cuenta ya los días que restan para comenzar a recoger los primeros tirabeques de este año. La campaña es corta y va desde noviembre a marzo. Según fuentes municipales, alrededor de 25 hectáreas están cultivadas con este producto tan especial y exquisito, muy apreciado en el sector de la restauración y en el mundo gourmet por su alta calidad.

Los tirabeques pertenecen a la familia de los guisantes y forman parte de los cultivos tradicionales como también lo son los présules, una legumbre de la familia de los guisantes, y el pimiento temprano que debe su nombre a que se recoge antes que en otro lado como en el campo ejidense. El ayuntamiento le dedica unas jornadas a este producto durante el mes de noviembre desde hace seis años, en un evento pionero en la zona.

El empleo de simientes muy antiguas, que en algunos casos tiene la friolera de 200 años, está en el origen de la especificidad de estos cultivos tradicionales. Así lo explica Salvador Páez, concejal del Área de Agricultura del Ayuntamiento de Dalías. El respeto de los agricultores locales por el producto, alejándose de la tentación de la manipulación genética o el uso de elementos químicos, son otras de las razones que explican la particularidad de estos productos. La climatología y la calidad del agua completan el listado.

Su protagonismo actual es indudable. Pero no siempre ha sido así. “El tirabeque era un cultivo secundario y ahora es una ayuda porque es más rentable”, señala el edil Salvador Páez. “Se trata de un cultivo exclusivo y su precio es caro. Y así tiene que ser porque requiere de mucho mano de obra y la producción es pequeña- unos 200.000 kilos- por cosecha y tiene presencia en los mercados solo unas semanas”, añade. El agricultor puede recibir 6 euros por kilo, pero su cotización es alta y alcanza precios de 14/15 euros el kilo “como yo he llegado a ver en un gran centro comercial”, comenta este corporativo.

De sabor dulce y suave a la vez, olor ligero y una textura crujiente que combina con numerosos ingredientes, este producto tiene mucha salida en la restauración y es muy apreciado en la alta gastronomía. “Es desconocido fuera de estos círculos” comenta Páez. El ayuntamiento ha tratado de popularizar su consumo con rutas temáticas, degustaciones populares y campañas de promoción, dentro y fuera de la provincia de Almería.

“Nos hemos propuesto que la gente lo conozca y sea marca de identidad de Dalías” comenta Páez. El Ayuntamiento ha avanzado gestiones antes la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía sobre la Indicación Geográfica Protegida (IGP), distintivo que garantiza la calidad y cualidad del producto. “ Han de ser los productores y comercializadores quienes soliciten este marca de calidad de este producto diferente”, explica Páez.

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