Nueva polémica sobre un estudio reciente de la Sábana Santa de Turín
Un estudio propone que la imagen podría haberse generado mediante el contacto con un bajorrelieve medieval.
El arzobispo de Turín, Roberto Repole, manifiesta su preocupación por la “superficialidad”
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Un artículo publicado recientemente en la revista Archaeometry ha reabierto el debate sobre la autenticidad y el origen de la Sábana Santa de Turín. El estudio, firmado por Cicero Moraes y titulado Formación de la imagen en la Sábana Santa: un enfoque digital 3D, propone que la imagen podría haberse generado mediante el contacto con un bajorrelieve medieval.
Para llegar a esta hipótesis, Moraes creó modelos tridimensionales de un cuerpo humano y de un bajorrelieve, utilizando software de código abierto y simulaciones físicas para analizar cómo una tela se ajusta a distintas superficies. Los resultados señalan que el contacto con el bajorrelieve produce una imagen menos deformada que la obtenida al extender el lienzo sobre un cuerpo tridimensional, debido al llamado “efecto de deformación de la Máscara de Agamenón”, documentado en la literatura científica.
El Centro Internacional de Estudios sobre la Sábana Santa ha respondido recordando que este tipo de conclusiones no son nuevas: ya en 1902, los estudios de Vignon y Delage identificaban la imagen como una proyección ortogonal. Asimismo, el Centro subraya que investigaciones in situ del grupo STuRP en 1978, junto con posteriores análisis físico-químicos, descartaron la posibilidad de que la imagen se formara mediante pintura, por contacto con bajorrelieves o con figuras calentadas.
El arzobispo de Turín y custodio pontificio de la reliquia, cardenal Roberto Repole, manifestó su preocupación por la “superficialidad” de determinadas afirmaciones difundidas “libremente por científicos más o menos acreditados”, subrayando la importancia de un análisis crítico y riguroso antes de dar por válidas tales hipótesis.
Por su parte, la estudiosa Emanuela Marinelli calificó el reciente trabajo como un “truco mediático sin valor científico” que, según afirma, ignora evidencias clave como la presencia de sangre humana y microrastros compatibles con Jerusalén en el tejido.
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