Sociedad

10 hábitos de las personas productivas

Las personas productivas eliminan cualquier distracción innecesaria de sus tareas

Las personas productivas eliminan cualquier distracción innecesaria de sus tareas

A la hora de aprovechar y exprimir el tiempo no hay nada mejor que una persona productiva. Entendemos esta característica como el sistema de organización que nos permite reducir de manera clara la incertidumbre diaria y acercarnos de manera tangible a nuestros objetivos, tanto personales como profesionales.

La productividad, tal y como sucede con otras cualidades humanas, también puede cultivarse y desarrollarse con una práctica y unos mecanismos adecuados. Estos son los 10 hábitos que debemos incorporar a nuestra vida diaria para lograr subir la productividad de nuestros actos.

1. Saber decir que no

Una persona productiva sabe cuales son aquellas tareas o actividades que no van a aportarle nada, al igual que sabe distinguir cuando debe dejar de hacer algo simplemente por el hecho de no ser obligatorio. Si aprendes a decir que no a todas esas cosas que no quieres ni debes hacer dispondrás del tiempo suficiente para realizar las tareas que si son realmente necesarias.

Aprender a decir no cuando debes no es solo un rasgo de las personas productivas, pero si que es imprescindible en nuestros objetivos de aumentar nuestra propia productividad, dado que ganaremos en tiempo y en satisfacción personal.

2. No acumular tareas pendientes

En consonancia con el punto anterior encontramos todas aquellas tareas que solemos dejar pasar día tras día. El mejor punto para lograr entender este punto es la organización. Empezaremos por reunir todas las actividades pendientes que tenemos disponibles, ordenándolas en las que requieren nuestra atención de manera inmediata y en aquellas que no son necesarias o podemos delegar.

3. Hacer deporte

Una buena rutina física diaria es primordial para lograr un equilibrio emocional adecuado. El deporte mantiene sano nuestro cuerpo y nuestra mente y es un gran sinónimo de bienestar. Además, ayuda a liberar tensiones y estrés, aumentando nuestra voluntad y nuestra organización. Asimismo también está conformado por metas y objetivos que al conseguirlos nos descubrirán cuán productivos podemos llegar a ser.

4. Opta por una sola tarea

Trabajar en varias tareas a la vez puede ser de todo menos productivo. Es muy fácil pensar que se es demasiado productivo cuando haces muchas cosas al mismo tiempo, pero la realidad es que de esta manera el trabajo se ralentiza y con ello baja nuestro nivel de productividad. Obtener un estado de concentración mental en una sola tarea es fácil y nos permite centrarnos en ese objetivo incluso durante horas. Opta por la organización y podrás realizar varias tareas en un mismo día, pero cada una con su horario estipulado. 

5. Eliminar las distracciones

De la mano del punto anterior encontramos este nuevo punto. Las distracciones innecesarias son algo que la mayor parte de la población piensan que es inevitable. No obstante, para empezar a ser una persona más productiva en tu día a día debes tomar las acciones necesarias para evitar estas distracciones. Existen muchas maneras de hacerlo, por ejemplo, optando por cascos cuando trabajemos en entornos propensos a contener ruidos ajenos; o alejar el móvil de nuestro lugar laboral para evitar la tentación de consultar las redes sociales. 

6. Saber cuándo hay que delegar

Cargar con demasiadas tareas a la vez, o llevar demasiados asuntos nosotros solos puede resultar, a corto y largo plazo, algo realmente improductivo. No por abarcar más se es más productivo; al contrario, una persona realmente productiva no es la que se echa sobre si misma todo el trabajo de varias personas. Una persona productiva confía y sabe cuándo existen tareas que, por capacidad o por tiempo, pueden delegarse en compañeros que con toda seguridad podrán enfocar toda su concentración en tal tarea.

7. Fijar tus metas

Ponerte objetivos que cumplir es sinónimo de un camino que tienes que seguir. Por ello, primero hay que optar por la planificación, fija tu vida o tu rutina diaria de manera que te vayas acercando a tus metas y organiza los medios disponibles para ello. A continuación, lo siguiente será la ejecución de esas ideas. Fijar metas ayuda a desarrollar un sistema efectivo de planificación y lograr grandes progresos gracias a la ejecución. Tienes que ser realista y fijar metas alcanzables para no caer en la frustración.

8. Premiar los objetivos conseguidos

Entrenarte a ti mismo a nivel mental es posible y todo ello será un paso más en alcanzar la tan ansiada productividad. Si cuando logras realizar una tarea de gran envergadura, o que supone un gran esfuerzo, obtienes tu recompensa, te motivará a realizar con más ganas la siguiente tarea. Celebrar los hitos es la mejor manera de prepararnos para el siguiente reto.

9. Aceptar las equivocaciones

Al igual que hay que aplaudir y recompensar los logros, aceptar los errores es fundamental para seguir avanzando. Asumir las equivocaciones y sus consecuencias harán que podamos reaccionar más rápido la próxima vez, ayudándote a prevenir los futuros errores. Equivocarse no es malo, no asumirlos y no aprender, sí.

10. Priorizar

Opta siempre por las tareas de mayor importancia, no importan las demás que no son primordiales y que solo servirán para provocar que no acabes con ninguna. Organiza tus jornadas de tal manera que en primer lugar se encuentren aquellas tareas con entrega próxima o de mayor importancia. Clasificar según este criterio te ayudará a optimizar el tiempo de una forma más eficiente. 

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