El suceso tuvo lugar a primera hora de la tarde del 15 de abril de 2022 en Ibarra (Gipuzkoa) cuando el procesado atropelló con su vehículo a un varón que en ese momento cruzaba en silla de ruedas un paso de peatones elevado. Éste salió proyectado desde su silla y se golpeó la cabeza contra el suelo falleciendo minutos después.
Los hechos declarados probados en una sentencia fechada el 21 de noviembre recogen que el acusado se encontraba incapacitado para la conducción por la previa ingesta de bebidas alcohólicas, algo que se constató en la prueba que le realizaron los agentes de la Ertzaintza personados en el lugar. Por ello, no percibió la presencia de los dos peatones avanzado ya el paso de cebra, y no accionó los frenos hasta el momento en que se produjo el impacto, deteniéndose el vehículo 14 metros más adelante.
En concreto, el acusado fue requerido por los agentes de la Ertzaintza personados en el lugar del accidente para la práctica de la prueba de detección de impregnación alcohólica, accediendo voluntariamente el mismo, arrojando un resultado de 0,69 mg/l en el primer control a las 15:30 horas y 0,69 mg/l a las 15:46 horas en el segundo control practicado.
El acusado presentaba síntomas de intoxicación etílica tales como "aliento fuerte, ojos cansado, voz forzada, temblor, comportamiento callado y apático, expresión confusa y enlentecida, comprensión lenta, llegando a defecar sobre sí mismo", según los hechos que declara probados la sentencia.
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