Dylan, Junco y Bill son los tres perros que están rastreando palmo a palmo el terreno en el que un confidente indicó a la Guardia Civil que podrían haberse ocultado los restos de la pequeña Malén Ortiz, desaparecida el 3 de diciembre de 2013 cuando iba a comer a casa de su novio en Mallorca. 

Los perros, adiestrados para la búsqueda de restos biológicos, pertenecen a la Unidad Cinológica de la Guardia Civil. Dentro de la parcela, los investigadores que trabajan en la causa desde hace más de nueve años están acompañados de agentes del Seprona, el Servicio Cinológico e incluso agentes del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña para sumergirse en los humedales y analizar cada centímetro del sitio señalado.

La excavadora va abriendo zanjas donde marcan los perros y una investigadora va introduciendo en una bolsa blanca las pruebas que recoge. Quien hizo la confidencia a la Guardia Civil señaló este lugar como un cementerio de caballos y aquí es donde podría estar enterrada alguna pista que lleve a Malén.

A apenas unos metros de dicho terreno vivía el principal sospechoso de su desaparición. Fue interrogado en su momento, sin embargo no se encontraron suficientes indicios contra él. También se registró su casa, pero no se obtuvo resultado alguno.

La búsqueda, que en principio se iba a realizar en dos días, se ha tenido que suspender después de que los investigadores tuvieran problemas con una de las máquinas que están utilizando en las labores de búsqueda.

Durante la jornada de ayer, 7 de marzo, los investigadores se llevaron consigo mantas, restos de huesos de animales y zapatos para poder analizarlos ya que justo enfrente de la finca hay un picadero y se sospecha que se podrían haber enterrado caballos de forma ilegal en dicho terreno. 

Sobre el sospechoso

Nuevamente el punto de mira está puesto sobre el principal sospechoso al que entonces interrogaron. Se trata de un hombre que por aquel momento tendría más de 60 años y que solía acosar a mujeres jóvenes que pasaban cerca de su casa.

Era una persona que decía ver extraterrestres y que se había dedicado al cine en Estados Unidos, trabajando como representante de artistas en Hollywood. Tendía a confundir recuerdos, por lo que posiblemente padecía algún tipo de trastorno mental.  

El individuo frecuentaba la zona que ahora están investigando y casualmente, por aquel entonces, buscaba a chicas con monopatín para un supuesto desfile de modelos que se iba a realizar en la Rambla de Palma.

Esto fue lo que hizo saltar la alarma a los investigadores y a pesar de que estuvieron interrogándolo durante dos días no le pudieron acusar de nada por falta de pruebas.

Por el momento no ha trascendido si van a continuar las labores de búsqueda de la pequeña Malén. Su familia ha pedido no declarar y amigos de la desaparecida confiesan que se les ha removido todo con esta nueva confidencia que ha reabierto el caso.