Causa criminal

La Guardia Civil resuelve el caso de la mujer embarazada muerta de un disparo

Lugar de los hechos

Lugar de los hechos / Domenech Castelló (EFE)

La Guardia Civil ha trabajado a contrarreloj para resolver el crimen de la mujer embarazada que el pasado 13 de febrero moría tras haber recibido un disparo en la localidad de La Vall d’Uixó, en Castellón.

La víctima tenía 27 años y estaba embarazada de 36 semanas, quedándole solo unos días para dar a luz. Cuando recibió el disparo la chica se encontraba en la puerta de su casa mientras esperaba para recibir a su marido, de 29 años y padre del bebé que estaba esperando, que venía de Asturias.

 Entre las hipótesis que se barajaron y se fueron descartando la primera de todas fue la de un caso de malos tratos, pero los investigadores confirmaron que no se trataba de un episodio de violencia de género.

Tras esta idea, la pareja de la joven y otros testigos contaron a los investigadores que alguien le había disparado a la chica desde un coche BMW de color blanco, pero en menos de 24 horas esa hipótesis también quedó descartada por la Guardia Civil.

Entonces se empezó a contemplar la posibilidad de que el disparo hubiera sido accidental y los agentes centraron la investigación en la reyerta familiar que habría producido la detonación.

En a penas cuatro días, los investigadores han detenido a cinco personas, entre las que se encuentra la pareja de la víctima, resolviendo así lo que pasó la noche del 12 de febrero, cuando Abdila recibió el disparo que horas  después acabaría con su vida. 

Homicidio imprudente

Aunque la investigación sigue abierta y se está tratando de averiguar por qué se produjo la reyerta y para quién iba el disparo, los agentes han podido saber que la persona que portaba el arma de fuego era la pareja de la víctima.

Ésta se accionó de manera accidental y detonó contra la chica, aunque no era esa la intención que el dueño de la pistola tenía. Por este motivo se le ha detenido y se le acusa de haber cometido un delito de homicidio imprudente y otro de tenencia ilícita de armas.

Además de estos delitos, el arrestado ya tenía otros antecedentes por los que también será juzgado. En caso de que se le condene por homicidio imprudente la pena no rebasaría los cuatro años de prisión.

Junto a él los agentes detuvieron a otras cuatro personas, tres hombres y una mujer, por un delito de encubrimiento y otro de cooperación necesaria, ya que cuando la Guardia Civil llegó al lugar de los hechos encontró a un grupo de personas limpiando las marcas de sangre de la víctima con lejía.   

Los investigadores, que llevaron hasta a diez personas a declarar al cuartel, tenían indicios suficientes para detener a la pareja de la víctima pero esperaron a que tuviera lugar el funeral de la misma, creyendo que él mismo se entregaría después.

El supuesto autor del disparo que acabó con la vida de su novia así como el resto de detenidos están a disposición de la Unidad Orgánica de la Policia Judicial de la Guardia Civil de Castellón, que tiene un máximo de 72 horas para entregarlo a la Justicia.

Por su parte, el bebé de la joven al que pudieron salvar gracias a una cesárea de urgencia está a cargo ahora de los Servicios Sociales de la Generalitat, que está estudiando  si lo entrega a la familia extensa de la víctima o asume su tutela.

 

 

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