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La Guardia Civil de Burriana, municipio de la provincia de Castellón en el que vivía la mujer asesinada en Vitoria a manos de su expareja, había calificado como de riesgo extremo la situación de Maialen Mazón, la última víctima de violencia de género en España. Tenía 32 años, una hija de 3 años y estaba embarazada de gemelos.
Había residido en la Comunidad Valenciana junto a su maltratador pero debido al peligro que corría se había mudado a Vitoria, a una ubicación que en principio tenía que ser secreta.
Tal era la concienciación de los agentes acerca de la gravedad de este caso que, cuando la víctima se quiso trasladar al País Vasco desde la Plana Baixa (Castellón), custodiaron a la mujer hasta Vitoria y la dejaron en manos de la Ertzaintza.
Los efectivos, mantuvieron activado el llamado protocolo cero y recorrieron con ella los casi 600 kilómetros entre ambos municipios. Sin embargo, una vez en territorio vasco, ya no tenían la competencia de su protección, que pasó a manos de la policía autonómica, una fuerza que no está dentro del sistema nacional de violencia de género.
Una vez allí, la policía autonómica se hizo cargo de su protección y, tras volver a evaluar el caso, tomaron la decisión de bajar la catalogación del riesgo desde extremo, que es el más grave que existe para una víctima de malos tratos, a básico ya que, en teoría, su expareja no conocía su nuevo domicilio. La Ertzaintza consideró, por tanto, que la mujer no corría un peligro inminente.
Sin embargo, algo con lo que no contaron los agentes es con que la mujer trató de volver a convivir con su expareja ya que, según le contó a su familia, no apreciaba que estuviera en peligro. De hecho, la propia mujer llegó a rechazar la ayuda policial y defendía que no le importaba quebrantar el alejamiento, con tal de estar con su maltratador, una situación habitual en mujeres que han sido anuladas y maltratadas.
Su expareja acabó con la vida de Maialen el pasado 28 de mayo, en presencia de su hija de 3 años que estuvo aguardando 12 horas junto al cuerpo sin vida de su madre hasta que llegaron los agentes. El hombre fue detenido en Zaragoza cuando intentaba huir en un taxi en dirección a Valencia.
Este caso plantea la cuestión de qué tipo de ayuda deben recibir las mujeres que se encuentran en situación de maltrato y si está siendo insuficiente el protocolo que se activa en la actualidad para este tipo de casos.
El teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es. También se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016 y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
Ninguno de los teléfonos deja rastro en las facturas aunque sí es necesario que se borre el registro de la llamada desde el móvil o el correo. Atienden a todas aquellas personas que crean que pueden estar sufriendo este tipo de violencia o que necesiten asesoramiento porque no están muy seguras de ello. También da atención a personas del entorno cercano a una víctima que quiera comunicar un posible caso de violencia de género.
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