Causa criminal

"¡Pólvora, pólvora, me encanta!": las amenazas del hombre muerto de un disparo en Estepona

Foto de archivo

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Los hechos ocurrieron el pasado sábado, 25 de marzo, en torno a las 5 de la madrugada, cuando se comenzaron a escuchar voces en el interior de un domicilio situado en Camino Vereda de los Frailes.

Los gritos parecían estar relacionados con una fuerte discusión entre un hombre y una mujer que, supuestamente, serían pareja. Al parecer el hombre, de 35 años, estaba tratando de acabar con la vida de su pareja cuando los hijos de ellas intervinieron y uno de ellas, para defender a su madre, profirió un disparo contra el agresor, que acabó con su vida.

En un primer momento trascendió a los medios de comunicación que había sido un vecino el que había llamado a los servicios de emergencia. Si bien no se ha podido confirmar si esto fue así o no, la madre del menor que ejecutó el disparo ha aclarado que ellos también llamaron a la Policía y a la ambulancia tras tener lugar el fatal incidente.

La pelea

Según ha contado la madre del menor a El Programa de Ana Rosa, su pareja llevaba amenazándola años. Le decía que iba a acabar con su vida, torturándola, y que si se le ocurría huir mataría a sus hijos.

Ha comentado que a veces llegaba a su casa diciéndole “¡Pólvora, pólvora, me encanta!”, para asustarla. El individuo ya había cumplido condena por haber apuñalado a su anterior pareja y tenía una escopeta en casa.

El día de los hechos el hombre llegó a la vivienda familiar, de madrugada, borracho y drogado. Aparcó el coche en mitad de la calzada y entró en el domicilio con una navaja mientras amenazaba a su mujer. En un forcejeo ésta cayó al suelo y, al oír las voces, llegaron dos de los hijos de ella para socorrerla.

Fue en ese momento en el que se produjo el disparo de uno de ellos hacia el agresor de su madre. Tal y como ha tratado de defender el entorno de la familia del menor, el chico no tenía conocimiento de cómo se usaba el arma, por eso el disparo fue a parar al brazo del individuo. Han indicado que el menor solo quería evitar que a su madre le pasara algo, pero que no pretendía matar a su padrastro.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, de la Policía Local del municipio y una UVI móvil. En la escena los agentes se encontraron a dicha pareja, él gravemente herido, y a un menor de edad, hijo de la mujer, de 17 años. Los sanitarios trataron de reanimar al hombre de 35 años, pero tras varios minutos de maniobra no pudieron hacer nada por salvar su vida.

En un primer momento los policías detuvieron tanto al menor como a su madre, ya que ésta no paraba de autoinculparse. Pero después de interrogarla los agentes consideraron que no era culpable y que su único objetivo era salvaguardar a su hijo, que era el autor del disparo con una escopeta, por lo que ésta quedó en libertad. El motivo del disparo se debió, presuntamente, a un intento de defender a su progenitora de su actual pareja ante un posible caso de violencia de género.

La mujer tiene cinco hijos, dos de ellos con la víctima de la pelea, y estaba embarazada de tres meses del mismo hombre.

El chico, por su parte, ha pasado a disposición judicial por los hechos y el juez ha determinado su internamiento terapeútico con régimen cerrado de manera provisional, la mayor condena que se le puede imponer a un menor que delinque. Su futuro quedará determinado por el testimonio de los testigos, que en este caso serían su madre y su hermano, y lo que diga la autopsia realizada a la víctima.

 

 

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