En la jornada del día 21 de enero los agentes que siguen trabajando en el Ecoparque de Toledo buscando, a destajo, el cuerpo del menor de 11 años desaparecido en Carabanchel, encontraron la pierna, una parte de la cadera y la cabeza del menor.

Lo primero que le notificaron a sus familiares era que habían aparecido la pierna y la cadera pero el día 26 confirmaron que también había aparecido la cabeza del pequeño. La primera parte del cuerpo que se halló del menor fue su pie el día 11 de enero. Luego se encontrarían los brazos y el torso del chico.

Ahora sus padres están esperando a que aparezca el resto del cuerpo para poderle dar sepultura. Mientras tanto, los agentes siguen trabajando en el vertedero mañana y tarde para hallar el resto de miembros.

Las primeras reacciones del entorno de los primos desaparecidos han girado en torno a seguir cuestionando a los investigadores que la muerte de los chicos haya sido accidental.

Como ya adelantaba Sinaí Giménez, presidente de la Sociedad Gitana Española, no se explican por qué el cuerpo de Fernando apareció entero, el pasado diciembre, y el de Ángel está descuartizado.

Una de las teorías de los investigadores es que las máquinas hayan podido provocarle las lesiones al cuerpo después de la muerte, pero Giménez asegura que las máquinas para el tratamiento de residuos no podrían hacer eso. Sostiene que, en todo caso, aplastarían el cuerpo pero no lo desmembrarían.

La autopsia

Cada uno de los restos hallados en la estación de tratamiento de residuos de Toledo están siendo analizados por el prestigioso forense Francisco Etxeberría. Este médico ya trabajó en casos como el de José Bretón, en las exhumaciones del Valle de los Caídos o en algunos de los asesinatos de los GAL.

Sinaí Giménez ha asegurado a los medios de comunicación que “confía mucho en lo que pueda aportar este hombre”.

El análisis que se haga de los restos podrá determinar si éste tenía en su interior sustancias que le hubieran provocado la muerte o que lo hubieran dejado dormido. También se podrá conocer si las lesiones que presente el cuerpo son ante mortem o post mortem y si el desmembramiento se ha podido producir por el tratamiento de las máquinas de la estación o alguien lo ha llevado a cabo. 

Las hipótesis

El Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo, que es el que lleva el caso, decretó el secreto de sumario nada más conocerse que había aparecido el cuerpo de Fernando en el vertedero.

No obstante ha trascendido a los medios de comunicación que algunas de las hipótesis con las que los investigadores trabajan es, por un lado, la de que los menores sufrieron un accidente y que nadie intervino en su muerte y, por otro, que la familia de la expareja de Fernando podría estar implicada.

Esta última teoría es la que apoyan de manera más férrea los padres de los menores. Fernando, de 17 años había tenido una relación con Lucía, también menor de edad y residente en Toledo. Ese vínculo se había cortado y ambos habían rehecho su vida, sin embargo Fernando seguía intentando contactar con ella.

La principal sospecha era que el motivo por el que el chico se trasladó voluntariamente a Toledo era para encontrarse con Lucía, pero nunca se vieron y ella dice que no sabía nada de que Fernando hubiera ido a su misma ciudad.

Cuando el chico no apareció por su casa el día 10 de diciembre sus padres y tíos decidieron ir a buscarlo a Toledo. Al no saber nada, dos días después volvieron de manera mucho más agresiva, según asegura Jonatan, el padre de Lucía.

Éste contó a la Policía que los habían amenazado e incluso agredido y quem por eso, el 13 de diciembre, tres días después de que a los chicos se les perdiera la pista, habían tenido que abandonar su domicilio para ponerse a salvo.

A esta misma vivienda ha accedido la Policía Científica en busca de pruebas o indicios que puedan arrojar algo de luz al caso.