El juez Juan Díaz, encargado del caso de la muerte de la bibliotecaria Helena Jubany en 2001, ha ordenado volver a investigar al primer sospechoso de su asesinato: Santi Laglesia.

En un escrito judicial, el responsable del juzgado de Sabadell que instruye la causa para esclarecer el homicidio de la joven, también ordena tomarle muestras de ADN a Laiglesia, a quien la Policía Nacional siempre consideró sospechoso principal de su muerte, y compararlas con las que se hallaron en el cuerpo de la víctima y en su ropa.

Esta decisión viene determinada de que los análisis realizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses hayan concluido que dichas muestras no coinciden con las del hasta ahora único investigado, Xavi Jiménez, el hombre que presuntamente escribió las cartas para envenenar a la chica.

Santi Laiglesia y su compañera sentimental, Montserrat Careta, ya fueron investigados por el asesinato de Jubany, puesto que la chica había ido a su casa el día que ocurrieron los hechos, pero aquella causa quedó archivada en 2005.

A Montserrat, de hecho, la detuvieron e ingresó en prisión pero en el año 2002 apareció muerta en su celda. La teoría del suicidio nunca convenció a su familia.

Los familiares de Jubany y de Careta pidieron la reapertura del caso tras considerar que habían existido irregularidades en la investigación y finalmente el 3 de agosto de 2020 el juzgado de primera instancia n° 2 de Sabadell dictó la reapertura de la investigación por el asesinato de Helena Jubany con la aparición de nuevas pruebas.

A pesar de que las muestras de ADN no coinciden con el perfil genético de Xavi Jiménez, para el juez Díaz prevalecen las sospechas de que participó en el homicidio de Jubany.

"Existen indicios suficientes que permiten afirmar que Xavi Jiménez participó de forma activa en la comisión del delito de asesinato de Helena Jubany". Con esta contundencia se expresaba Díaz después de tomar declaración a Jiménez.

Por otro lado, el juzgado también ha recibido un informe pericial lingüístico de peritos especialistas sobre la escritura de los anónimos que recibió la joven, que concluye que existen indicios que permiten atribuirlos a Jiménez.

Por ahora la investigación continua abierta a esperas de que se pueda esclarecer quién estuvo detrás de la muerte de la joven bibliotecaria Helena Jubany.