Piden prisión permanente revisable para el Chicle por matar a Diana Quer

La Fiscalía también solicita otros 15 años de cárcel por el intento de rapto de otra mujer meses después

José Enrique Abuín Gey, 'el Chicle'.
José Enrique Abuín Gey, 'el Chicle'. / M. G.
Agencias

06 de marzo 2019 - 18:45

Santiago · La Coruña/La Fiscalía ha pedido prisión permanente revisable para José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle, acusado de agredir sexualmente y asesinar a la joven Diana Quer, y le reclama una indemnización para sus padres de 254.000 euros y de 36.000 para su hermana menor.

En el escrito de acusación remitido a la sección sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña, con sede en Santiago, el fiscal solicita prisión permanente por asesinato, una pena de veinte años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena por el delito de detención ilegal, así como doce años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena por el delito de agresión sexual.

Igualmente, el Ministerio Público estima que procede imponer la medida de libertad vigilada por tiempo de entre cinco y diez años.

Diana Quer salió 22 de agosto de 2016 a una fiesta en A Pobra do Caramiñal (La Coruña), donde veraneaba con su madre y su hermana Valeria, y nunca regresó.

Su cadáver se encontró en el pozo de una nave abandonada del municipio cercano de Rianxo el 31 de diciembre de 2017, dos días después del arresto del presunto culpable de su muerte violenta, José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle, que confesó que la había matado.

El relato de los hechos

En sus conclusiones, el fiscal relata que el acusado siguió con su coche a la joven, que regresaba sola a su casa de veraneo, "acechándola hasta llegar al sitio más apropiado para después abordarla y aprehenderla con la finalidad de agredirla sexualmente, consciente de que nadie podría auxiliarla".

Diana Quer caminaba absorta escribiendo mensajes en su móvil "cuando el acusado, actuando con el propósito de privarla de libertad de movimientos y de comunicación y de atentar contra su libertad sexual, abordó y se abalanzó violentamente" sobre ella, "arrebatándole, además, su móvil para que no pudiera pedir ayuda.

El acusado, continúa el fiscal, "la arrastró hasta su vehículo y la introdujo en el maletero del mismo, espacioso y de gran capacidad, en donde la maniató de pies y manos con bridas y amordazó con cinta adhesiva, anulando cualquier posibilidad de escapatoria".

En su coche la llevó a una nave industrial abandonada y situada en Rianxo, un lugar conocido por el Chicle por estar próximo al domicilio de sus padres, donde sabía que no había vigilancia y que "contaba con camas y colchones en desuso, pero que eran adecuados para sus fines libidinosos, por lo que era el lugar perfecto para consumar su acción de violarla", añade el ministerio público.

Allí, recoge el escrito, con la joven "totalmente a su merced, atada, sometida y aterrorizada, la desnudó, la manoseó con ánimo de satisfacer sus instintos sexuales y penetró vaginalmente mientras ésta se resistía, llegando el acusado a colocarle una brida plástica alrededor del cuello" que apretó "fuertemente con la intención de atentar contra su vida y para ocultar los hechos anteriormente descritos, llegando a matarla por estrangulamiento con fractura peri-mortal del asta mayor del hueso hioides".

Una vez consumada su acción sexual y homicida, explica el fiscal, el acusado arrojó el cuerpo de la joven y sus efectos personales a un pozo que sabía que existía en ese lugar y, para asegurarse de que no era descubierto, lo lastró 20 días después con dos grandes bloques de adobe hasta hundirlo y tapó el pozo con una arqueta de hormigón para que el cadáver nunca fuera descubierto.

Los hechos relatados por el fiscal son, según detalla, constitutivos de un delito de detención ilegal, otro de agresión sexual y un delito de asesinato con alevosía, ensañamiento y para evitar que se descubra otro delito, por lo que solicita las penas de 20 años de prisión por el primero, doce por el segundo y prisión permanente revisable por el tercero.

Tentativa de secuestro

Asimismo, el Juzgado de Instrucción número 2 de Ribeira (La Coruña) ha acordado la apertura de juicio oral contra el Chicle, por el intento de rapto de una mujer en Boiro el 25 de diciembre de 2017, tentativa que permitió detenerlo por el crimen de Diana Quer.

El sospechoso por la muerte violenta de esta joven de Madrid, cuya vista se encuentra pendiente de fecha, está acusado en esta otra causa de un delito de detención ilegal o, alternativamente, un delito consumado de coacciones, así como un intento de agresión sexual, robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, aparte de un delito de amenazas y otro de lesiones.

La Fiscalía, informa el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, solicita que sea condenado a 15 años y diez meses de cárcel y al abono de una indemnización de 15.750 euros, o alternativamente, doce años y diez meses.

La jueza, además, ha ratificado la prisión provisional y ha requerido al procesado para que presente una fianza de 20.000 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias que se le pudieran imponer.

Quince años por descuartizar a una mujer en Vitoria

La Audiencia Provincial de Álava condenó a 15 años de cárcel al hombre que en junio de 2016 mató y descuartizó a una amiga en su domicilio en Vitoria y después arrojó sus restos al río Zadorra. El tribunal consideró que el acusado es autor de un delito de asesinato y le aplicó la atenuante de confesión. Además, estableció una indemnización de 100.000 euros a cada uno de los dos hijos de la víctima, una mujer de 60 años.

El hombre tiene diagnosticado un trastorno de personalidad y dependencia del alcohol y el cannabis, pero el tribunal consideró "que no se ha probado que tuviera disminuida de manera notable su capacidad de conocer y querer cometer los hechos" ni tampoco "levemente disminuida su voluntad" de "entender el alcance" de lo hecho.

Según la sentencia, el 15 de junio de 2016 el acusado y su amiga discutieron en la casa del primero. El hombre reconoció en el juicio que el motivo de esa discusión fue un microondas. Ella le "sacó de quicio", él cogió una maza y comenzó a golpearle la cara y la cabeza principalmente, dijo.

Como consecuencia la mujer sufrió un traumatismo craneoencefálico que le causó la muerte "como quería el acusado". Después descuartizó en su casa el cadáver con la intención de hacerlo desaparecer y en los días posteriores se deshizo de sus restos trasladándolos en bolsas, una mochila y una maleta hasta el cauce del río Zadorra en diversos viajes.

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