Invertir un euro en atención genera el doble en retorno social

esclerosis múltiple

El SROI-EM lanza 18 propuestas para una estrategia ideal de asistencia a la enfermedad

Álvaro Hidalgo, del Instituto Max Weber; Federico Plaza, de Roche; Ester Moral, neuróloga; y Pedro Carrascal, de EME.
Álvaro Hidalgo, del Instituto Max Weber; Federico Plaza, de Roche; Ester Moral, neuróloga; y Pedro Carrascal, de EME. / M.g.
R. Navarro

15 de diciembre 2018 - 02:35

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central que incide en adultos jóvenes, con un tiempo de supervivencia muy largo, por encima de los 35 años y, por ello, el impacto socioeconómico es importantísimo. Por cada euro invertido para mejorar las carencias actuales en el abordaje de la esclerosis múltiple se obtendrían unos beneficios sociales valorados en casi el doble. Esa es una de los planteamientos principales del estudio 'SROI-EM, Impacto clínico, asistencial, económico y social del abordaje ideal de la esclerosis múltiple en comparación con el abordaje actual', desarrollado por Roche con la colaboración de Esclerosis Múltiple España.

Aunque existen enormes dificultades para realizar evaluaciones económicas en este campo, hay estudios al respecto. Según un trabajo anterior publicado por Guillermo Izquierdo, especialista en Neurología del Hospital Virgen Macarena, en Sevilla, el enorme coste de la enfermedad (1.200 millones de euros al año) se debe más a gastos relacionados con la discapacidad que a la utilización de terapias, que aunque muy costosas no suponen más de entre un 16 y un 18% del gasto total (200 millones de euros al año, aproximadamente). El aumento que supone el coste de la EM no se basa en un mayor gasto en los tratamientos, sino en un aumento de la incidencia y, especialmente, en la prevalencia de la enfermedad.

Diagnóstico precoz, acceso a tratamientos y comunicación, entre las líneas de mejora

El documento presentado con motivo de la celebración del Día Nacional de esta enfermedad, que se celebrará el próximo 18 de diciembre, ha estimado el potencial retorno social que generaría la implantación en el Sistema Nacional de Salud de 18 propuestas consensuadas por un comité de nueve expertos para mejorar el abordaje de esta enfermedad en términos clínicos, asistenciales, económicos y sociales dentro de tres áreas: diagnóstico, esclerosis múltiple remitente-recurrente y formas progresivas de la enfermedad.

Como ha explicado Álvaro Hidalgo, del departamento de Análisis Económico y Finanzas de la Universidad de Castilla-La Mancha y presidente del Instituto Max Weber, entidad responsable del diseño del estudio, para desarrollar esta investigación se revisó la literatura científica disponible, se consultaron datos oficiales y se realizó una encuesta a 532 pacientes con esclerosis múltiple sobre el impacto de la enfermedad en su calidad de vida. Esta metodología permite calcular qué beneficios socioeconómicos generan la aplicación de estas 18 medidas consensuadas. La inversión necesaria para la implantación total ascendería a 148 millones de euros, mientras que el potencial retorno social calculado se estima en 272 de millones de euros, lo que supone 1,83 euros de vuelta en el conjunto de la sociedad por cada euro invertido. Así, en el área de diagnóstico se proponen medidas como la formación en EM y sus síntomas a todos los profesionales sanitarios o el acceso rápido a la resonancia magnética que, en su conjunto, generarían un retorno de más de 2 euros por cada euro invertido.

El total de medidas sugeridas en el área de esclerosis múltiple remitente-recurrete también duplica el retorno social de la inversión inicial. Entre ellas, se incluyen la coordinación entre atención primaria y la neurología y la aplicación de un protocolo sobre el seguimiento de los pacientes.

Las conclusiones del proyecto SROI-EM apuntan que la mejora de las vías de comunicación, el diagnóstico precoz, el acceso con equidad a los tratamientos y la investigación clínica presentan puntos de mejora que, de llevarse a cabo, generarían un retorno social. Además, esto "repercutiría también en la productividad laboral de los pacientes, que suelen ser diagnosticados entre los 20 y los 40 años, cuando se encuentran en momentos muy activos de su vida laboral", explicó Pedro Carrascal, presidente de Esclerosis Múltiple España.

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