La popularidad de la conocida bebida Coca-Cola es incuestionable. Prueba de ello es que se trata de una de las bebidas más consumidas del mundo por grandes y pequeños, junto a otras bebidas como agua o té. 

España es un país que cuenta con una de las mayores cifras en cuanto a consumidores de refrescos se refiere. De hecho según los últimos análisis de mercado, Coca-Cola es la principal bebida en nuestro país en cuanto a estos productos carbonatados.

Por todo ello, la compañía ha escogido el territorio español como país piloto para desarrollar su nueva estrategia de sostenibilidad bajo el lema "Avanzamos", desarrollada en exclusiva para los países de Europa Occidental.

Tapones adheridos e innovación ecológica

El objetivo de la empresa Coca-Cola con el cambio de sus conocidos tapones es incrementar su compromiso en la lucha contra los residuos plásticos. De esta manera, lanza en nuestro país una prueba piloto con diez semanas de duración, durante la cual 6 millones de los envases de 500 mililitros llevarán estos nuevos tapones.

El cambio en la línea de fabricación se produce sobre todo en que estos nuevos tapones se encontrarán adheridos a las botellas, respondiendo así a los requisitos sobre los plásticos de un solo uso, en funcionamiento desde julio de 2024.

Estas pruebas servirán para contabilizar el valor del rendimiento de estos tapones en zonas más cálidas, verificar el proceso de fabricación de estos y conocer de primera mano la opinión de los consumidores. Para ello, la empresa dió luz verde a la fabricación de estos novedosos tapones en la planta que Coca-Cola posee en la ciudad de Barcelona. Los 6 millones de envases con estos nuevos tapones pueden encontrarse ya en las comunidades de Cataluña, Aragón e Islas Baleares al completo; y en ciudades como Toledo, Tenerife, Gran Canaria, Jaén, Málaga, Almería, Cádiz, Granada y Sevilla.

Ana Gascón, directora de la Estrategia de Sostenibilidad de Envases para Europa en The Coca-Cola Company, ha apuntado el gran avance que esta estrategia supone para reducir el impacto de plástico: «Con este hito, además de comenzar a adaptarnos paulatinamente y con antelación a la legislación europea, queremos lanzar un mensaje al consumidor: disfruta de tu bebida, vuelve a cerrar el tapón y recicla la botella y el tapón juntos. Este mensaje contribuye precisamente a nuestra visión de trabajar juntos para conseguir Un Mundo Sin Residuos, comprometiéndonos a recoger todos los envases que vendamos para 2030 (...) Estamos especialmente orgullosos de que España sea el primer país en poner a prueba la producción y el rendimiento de los tapones en climas cálidos, antes de que se inicie un despliegue más amplio en España y en otros países».

Desarrollados en Bruselas

Estos nuevos tapones tienen detrás un gran trabajo sobre su diseño y han sido desarrollados por la compañía en el centro de I+D de Bruselas. El sistema de apertura de este tipo de tapones es igual que el de los tradicionales. No obstante, la principal diferencia se encuentra en que su anillo rodea la botella, incorporando una lengüeta que mantiene el tapón al envase. De esta forma se consiguen dos objetivos: que el tapón siga unido al envase una vez abierto y que el cierre siga siendo hermético.

Así lo ha confirmado Sergio Ferré, Director de la Planta de Barcelona, encargada de la primera fabricación de estos tapones en nuestro país: «Esta innovación permite al consumidor reciclar la botella junto al tapón, evitando su pérdida y la generación de residuos. Es un diseño innovador, que marca un hito importante en nuestra hoja de ruta para hacer que nuestros envases sean cada vez más sostenibles. Para poner en marcha este piloto, hemos tenido que adaptar una de las líneas de embotellado de la planta de Barcelona, que se caracteriza por su versatilidad y apuesta por la innovación».

Además, junto al nuevo tapón se ha incluido la inscripción 'Nuevo tapón. Por favor, recíclame'.  De esta manera Coca-Cola sigue contribuyendo a reducir residuos en el medio ambiente con proyectos en nuestro país como Mares Circulares, con las que ya se han recogido en las costas de la Península Ibérica más de 1,2 toneladas de estos residuos.