Año excepcional, pregón excepcional y original, el de la Semana Santa de Córdoba 2021, un pregón presentado por quien iba a pronunciar el de 2020, suspendido por la pandemia, Rafael Fernández, y compuesto por textos seleccionados entre pregones de diversos años que se caracterizaron por su importancia, calidad u originalidad. Unos textos leídos por seis personas distintas, que han mantenido un diálogo entre ellas como hilo conductor de todo el discurso. Los pregoneros, Maite Montero, Gonzalo Herreros, Pastora Doctor, Miguel Ángel Lopera, Andrés Romero y Domingo Torres, han sido dirigidos por Miguel Ángel de Abajo, cofrade y pregonero, quien también ha trabajado sobre los textos.

Antes se han entregado los nombramientos de cofrade ejemplar del año 2020, a Fernando Morrillo Verlarde; y de 2021 a Angel María Varo Pineda, tras lo cual, las alrededor de 400 personas que se han dado cita en el Gran Teatro, donde se han guardado todas las medidas de seguridad por la pandemia, han asistido a un concierto de marchas procesionales interpretadas por los hermanos Wals Dantas –Rafael al piano y Eduardo al violín–. En esta ocasión no ha participado la Banda de la Esperanza por las restricciones de aforo y escenario. Entre las marchas interpretadas han sonado Lágrimas y desamparo, El cielo de Capuchinos y De tus penas, soleares.

“Llega un virus y nos roba esa Semana Santa que nos cautivó cuando éramos niños...Esa fue la Semana Santa que nos tocó vivir en 2020”, ha sentenciado Rafael Fernández, quien ha insistido en que ningún virus podrá acabar con la Semana Santa de Córdoba, como tampoco lo hizo aquel “virus” que en forma de edicto del obispo Pedro Antonio de Trevilla dejó durante 30 años a la ciudad sin procesiones de Semana Santa, ha recordado. “Hoy es un pregón para el recuerdo y anuncio de una Semana Santa que siempre llega, un pregón que mantiene vivos a aquellos que en su día proclamaron la grandeza de nuestra fiesta mayor”, ha añadido, para explicar que los textos que se iban a leer eran de Federico García Sanchís, que pregonó la Semana Santa de Córdoba de 1945; Francisco Montero Galvache, que lo hizo primero en 1955 y posteriormente, hasta en cuatro ocasiones; Francisco Melguizo Fernández, que pregonó la Semana Santa de Córdoba en 1963 y 1984; Pablo García Baena, que lo hizo en 1979; y Fray Ricardo de Córdoba, en 1983.

El niño Pablo Gallego Gómez.

“Madre, despierta, que es Domingo de Ramos...Madre, padre, levantad, que sale la Borriquita entre palmas y ramos”. El niño Pablo Gallego Gómez, cofrade y canastilla de la Merced, ha sido el encargado de poner el prólogo a una exaltación coral que ha estado dedicada a Nuestra Señora de la Fuensanta y que ha continuado con el recuerdo a la creación de San Álvaro de Córdoba del santuario de Escala Coeli , creación comparada con “el nacimiento de la Jerusalén de Córdoba”. Posteriormente se ha recordado al Cristo de la Caridad y a su dolorosa, a la cofradía de Jesús de la Sangre y a Nuestra Señora Reina de los Ángeles...sin dejarse una sola de las imnágenes de la actual Semana Santa y a algunas de cofradías ya extinguidas.

Además, ha habido un guiño a los capataces cordobeses, en la figura de El Tarta y a las saeteras, en la de la Talegona, que como ha recordado Pastora Doctor, “entraba directa dentro del pecho de Cristo con sus saetas”. Doctor ha recordado aquellas estampas en la que la Talegona le cantaba tras la salida de San Lorenzo a El Calvario y a la Virgen del Mayor Dolor. Además, se ha recordado la histórica llegada de las cofradías a la Catedral con el traslado de la carrera oficial y que el covid impidió el año pasado el paso de la Conversión por primera vez por el que es el primer templo de la diócesis.

Entre recuerdo y recuerdo, los pregoneros han destacado que la Semana Santa 2021 es la de la suspensión de las procesiones, pero no de las estaciones de penitencia. “Cada cofradía vivirá en sus templos la jornada procesional; las cofradías deben ir a los templos parea vivir con Jesús su pasión, muerte y resurreción”, han defendido en la exaltación. También ha habido un recuerdo para los profesionales –empezando por los sanitarios– que luchan contra la pandemia o la viven en primera fila, para aquellos que ya no están por el covid, y para los enfermos. Para todos ellos se ha pedido protección a Jesús y María. Y la exaltación, en la que se ha pedido a la Merced “que nos libere pronto de las cadenas de la pandemia”, ha acabado con un grito de esperanza de los seis pregoneros y el niño.