Juan Villalba preside la Agrupación de Hermandades desde el pasado verano. Ésta que hoy arranca es la primera Semana Santa de su segunda etapa al frente de este colectivo que ya presidió entre 1988 y 1995. Pero los planes puestos en ella se truncaron hace unas semanas cuando surgió la polémica por los lazos blancos, una medida para protestar contra la ampliación de la ley del aborto que ha quedado en la cuneta "al haberse desvirtuado su significado".

-¿Qué huella ha dejado en la Semana Santa la polémica del lazo blanco?

-De momento parece que no va a dejar herida entre las hermandades, que es lo importante. Lo hemos pasado mal, indudablemente, pero al final, con un poco de responsabilidad y sentido común, hemos dejado que el problema sea para otros y no para nosotros.

-¿Ha habido algún momento en que estuviera en peligro la unidad de las cofradías?

-Lo más positivo que podemos sacar es que la unidad de las cofradías, por la experiencia que tengo, tanto en la primera como en la segunda asamblea ha sido magnifica. Los que pensaban una cosa distinta anteponían el criterio de la asamblea, y el tener unidad. Estoy súper orgulloso de ser presidente de la Agrupación de Cofradías. También creo que es positivo para la Iglesia, tanto diocesana como de la Conferencia Episcopal, que tienen que estar muy orgullosos de nuestras hermandades de Córdoba, porque hemos revitalizado y despertado la conciencia de todas las cofradías de España. Aunque los golpes sean para nosotros, los beneficios los recoge toda la Iglesia. La movilización a nivel general la hemos capitaneado desde Córdoba.

-¿La Agrupación de Cofradías recibió en algún momento influencia, consejo o presión de alguna formación política a favor de mostrar el lazo blanco?

-He tenido conversaciones con los tres grupos políticos del Ayuntamiento y todos sin excepción se comprometieron a no intervenir, a no hablar del tema y en caso de hacerlo, respetando la opinión de los hermanos mayores. Lo han cumplido y no podemos tener queja.

-¿Ha sido real la acusación de politización del asunto?

-Sólo conozco lo que han hecho las hermandades y puedo asegurar que en ningún momento ha habido intención de ello. De quien parte la idea en la asamblea no se puede pensar que tenga intención de politizar el asunto. Con toda la buena fe de los hermanos mayores se decidió por mayoría y de forma voluntaria porque había una parte de la asamblea que no le gustaba la idea. Desde la mesa se dijo que cada uno hiciera lo que quisiera, que eran libres de llevarlo o no llevarlo consultando con sus hermanos o juntas de gobierno. Luego, por razones que desconocemos, alguien lo ha removido.

-¿Hay alguien detrás de todo este proceso?

-No tengo ni idea de cómo ha llegado a los niveles a que ha llegado. No tiene sentido. Es verdad que no tenía que haber llegado a tanto, porque para nosotros no tenía tanta importancia. A lo mejor han querido desviar el asunto, porque los puntos aprobados en el comunicado son lo esencial y nadie ha entrado ahí.

-Hay comunicados más duros que no han tenido contestación alguna.

-El más duro que he visto es el de Jerez. Es durísimo y nadie ha dicho nada. Lo que sí me ha molestado es que después de tomar la decisión de los hermanos mayores se haya hecho uso del lazo y, naturalmente, a la vista de los demás, el sentido puede ser otro. Pero hay que respetar las opciones personales de cada uno.

-¿Esperaba que aparecieran los lazos en el pregón de Semana Santa?

-No, en absoluto.

-¿Cómo le sentó?

-Muy mal. Sencillamente, porque es un acto de las cofradías que previamente habían acordado que no había lazo y menos en un acto que organizamos nosotros. No podemos olvidar que la Agrupación de Cofradías son los hermanos mayores, que han decidido que no hubiera lazo porque no tiene el sentido que queríamos darle. Y hay que respetarlo.

-¿Teme que aparezcan en las procesiones?

-Me da igual, ya no tiene sentido. Me molestó en el pregón porque éramos los anfitriones y teníamos que respetar a nuestros invitados. Al perder su sentido, lo único que demandábamos es respeto a los invitados. Nadie invita a alguien a su casa para molestarlo. Eso no nos gustó. Bueno, una vez pasado, tampoco hay que darle más importancia.

-En estas semanas, salvo una breve intervención del administrador apostólico, ha sido la Agrupación de Cofradías la que ha dado la cara en solitario. ¿Se ha sentido respaldado por la jerarquía eclesiástica?

-Monseñor Asenjo nos transmitió su máximo apoyo y respeto a la decisión de los hermanos mayores y así ha sido.

-¿Cómo son las relaciones con el Ayuntamiento a partir de esta polémica?

-Las relaciones se han reforzado. Entiendo la responsabilidad de los que gobiernan, sean del partido que sean. Si hay un problema por medio se puede frenar la llegada de visitantes. Si hay un altercado es un problema para la propia imagen de la ciudad. Si estuviera gobernando tendría la misma preocupación.

-¿Cómo hubiera sido la primera Semana Santa de Juan Villalba como presidente de la Agrupación de no haber surgido esta polémica?

-No cambiará nada respecto a cómo va a ser. Desde la Agrupación no se ha parado de trabajar desde que llegamos, se han hecho muchas cosas, a lo mejor se ha cometido algún error. Siempre digo que el que está quieto es difícil que tropiece. El balance es tremendamente positivo y así lo perciben las hermandades que ven que defendemos sus intereses.

-¿Cómo se va a materializar esto en la calle? ¿Cómo se va a notar que ha habido un cambio?

-En ese aspecto no tiene porqué notarse un cambio esencial. Esos cambios no se ven desde fuera. En Semana Santa se ve la vida y la evolución de cada una de las hermandades, que ahí sí hay notables diferencias. En el aspecto organizativo, poco se va a notar.

-Este año se incorporan más hermandades para hacer estación de penitencia en la Catedral. ¿Es bueno este goteo?

-Hay que ir paso a paso, no tenemos ninguna prisa. Queremos que la estación de penitencia se haga en la Catedral, pero no queremos dar ningún paso en falso. Al final serán las cofradías las que tomen la decisión, nosotros tenemos que allanarles el camino y ayudar a las que tengan voluntad de ir en las circunstancias actuales. Y también hablar con las instituciones para conseguir abrir una celosía. Si se consiguiera esto, sería un gran paso para las que ya bajan y dar facilidad a las que lo quieren hacer.