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Con la mirada puesta en el cielo. Fue un Lunes Santo de decisiones valientes y de dudas por la incertidumbre que generaban los mapas climatológicos conforme avanzaban las horas. Sin embargo, tras sendos cabildos, la Merced y la Estrella no dudaron y salieron a la hora prevista. Paso ligero para llegar a la Santa Iglesia Catedral porque las nubes fueron escondiendo el sol que reinaba a primera hora de la tarde. Expectación y fervor cofrade de unos fieles y devotos que quisieron acompañar a los titulares. De nuevo, Córdoba se echó a la calle tras disfrutar de un Domingo de Ramos esplendoroso.
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Todo se truncó en San Nicolás, donde la hermandad de la Sentencia tomó la decisión de no realizar la estación de penitencia. Mucho patrimonio en juego. Ya sueñan con su salida de su casa hermandad para la Semana Santa de 2023. Llegará ese momento, aunque ayer hubo lágrimas y desconsuelo por no poder ver al Señor de la Sentencia y a la Virgen de Gracia y Amparo, que estrenaba su manto de salida.
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No titubeó la archicofradía de la Vera-Cruz, que volvió a dar luz al Lunes Santo. Abrazado a la Cruz de la Vida, el Señor de los Reyes y la Virgen del Dulce Nombre caminaron hacia la Santa Iglesia Catedral con el ánimo de los centenares de seguidores que acompañaron a los titulares de la corporación de San José y Espíritu Santo. Y de la bulla se pasó al silencio cuando empezaba a caer la tarde. Era el turno del Vía Crucis y de Ánimas. Sin embargo, en San Lorenzo no hubo dudas y decidieron no hacer estación de penitencia por las calles de la ciudad. Sí lo hizo la cofradía de la Trinidad con el Cristo de la Salud. Pero la incertidumbre fue total hasta el final de la jornada, donde la Merced, la Estrella, la Vera-Cruz y el Vía Crucis tuvieron que modificar sus recorridos por la lluvia que cayó en Córdoba.
La hermandad de la Merced abrió la jornada del Lunes Santo con la mirada puesta en el cielo. No hubo dudas. Puntualidad máxima en el barrio del Zumbacón. El Señor de la Coronación de Espinas, acompañado musicalmente por la banda de Coronación de Espinas, recibió los primeros aplausos en la puerta de la parroquia de San Antonio de Padua. Con paso firme hacia la Santa Iglesia Catedral, la Virgen de la Merced, que estrenó el respiradero frontal de su paso de palio, recordó en su salida a una figura muy importante como fue Fray Ricardo de Córdoba, que disfrutó de la Reina Mercedaria desde el cielo. Sonó en su memoria El Cielo de Capuchinos, interpretada por la banda Tubamirum de Cañete de las Torres, para un caminar elegante de la cuadrilla de costaleros para la imagen tallada por Francisco Buiza. Gran expectación desde el inicio de un recorrido de más de nueve horas por las calles de la ciudad, en las que hubo también ofrendas del Rescatado y del Cristo de Gracia para la corporación mercedaria. Todo se truncó a la vuelta, donde la cofradía fue sorprendida por la lluvia y tuvo que avanzar a paso ligero con sus titulares hasta resguardarse en su templo.
El Señor de la Redención, obra de Miguel Ángel González Jurado, representa el momento en el que Jesús es llevado a la presencia del Sumo Sacerdote, Caifás. Majestuoso misterio de la hermandad de la Estrella, que fue la segunda en abrirse paso en el Lunes Santo. Bulla, aplausos y lágrimas en los primeros pasos por su barrio de la Huerta de la Reina. No falta el acompañamiento musical de la Agrupación Musical de la Redención. Poco después, la Virgen de la Estrella, con su bello y sereno rostro, avanzaba con los sones de su banda. La Dolorosa tallada por Juan Ventura en 1986 de nuevo no quiso perder su cita por las calles de la ciudad. Sin embargo, la corporación de la Huerta de la Reina, con el temor de una posible lluvia, decidió no salir de la Catedral y no hacer el camino de regreso a la parroquia de San Fernando.
A pesar de la bulla y del tímido sol que llegaba al atrio de San Nicolás, la hermandad de la Sentencia decidió suspender su estación de penitencia por el riesgo de lluvia. Fue la primera cofradía del Lunes Santo que tomó esta difícil decisión. La cofradía de San Nicolás, en el comunicado emitido, aseguró que, “ante el elevado riesgo de precipitaciones que muestran los pronósticos meteorológicos, hemos acordado la suspensión de la estación de penitencia”. Ante la posibilidad de lluvia, la hermandad de la Sentencia apostó por conservar su patrimonio, en el que destacaba el estreno del manto de palio de la Virgen de Gracia y Amparo. Además, las dudas de que pudiese llover a su paso por las calles estrechas de Deanes y Conde y Luque de regreso a su sede canónica motivaron esta cancelación. Por otro lado, en su comunicado, la cofradía esgrimió que “la colocación del nuevo manto de salida de María Santísima de Gracia y Amparo nos ha obligado a colocar nuestros pasos en el ya de por sí estrecho atrio de la parroquia, de forma que no es posible visitarlos con un mínimo de visibilidad y seguridad”. También rogó la corporación de San Nicolás en que el año próximo puedan salir sus titulares desde su “anhelada casa hermandad, para que se puedan a nuestros sagrados titulares sobre sus pasos procesionales”.
Fotogalería: Las imágenes de la impotencia de la hermandad de la Sentencia
El Señor de los Reyes abrazaba la Cruz de la Vida –una obra de Manuel Valera, con diseño de Curro Claros–, el gran estreno de la archicofradía de la Vera-Cruz para este Lunes Santo. Con Ave María y Réquiem, la corporación de San José y Espírito Santo se abrió camino hacia la Santa Iglesia Catedral por su gran pasarela, el Puente Romano, donde tuvo que aguardar el paso previo de la hermandad de la Estrella. María Santísima del Dulce Nombre, obra de Antonio Dubé de Luque, siguió los pasos del Señor bajo los sones musicales de la banda de la Esperanza de Córdoba. A pesar de la lluvia, la hermandad del Campo de la Verdad decidió seguir con su recorrido de regreso, aunque lo acortó por las inclemencias meteorológicas. Entre aplausos abandonó la Catedral y con paso firme avanzó para llegar a su templo lo antes posible por la incesante lluvia que deslució su estación de penitencia.
Silencio en la plaza de la Trinidad. Suenan los tambores enlutados con los que se abre el cortejo de la hermandad del Vía Crucis. El Cristo de la Salud, portado a hombro por sus hermanos, discurrió por las calles estrechas de la ciudad. Unas estampas para el recuerdo, entre incienso y rezos por la lectura de las estaciones. Sin paso por la Santa Iglesia Catedral por la lluvia que empezó a caer, la corporación decidió realizar el camino de regreso para resguardarse en su templo.
Fotogalería: Las imágenes de la salida de la hermandad del Vía Crucis
La hermandad de Ánimas, ante la situación de inestabilidad y la probabilidad de lluvia, decidió no realizar su estación de penitencia por las calles de la ciudad. Numerosos de fieles se amontonaron a la puerta de la iglesia de San Lorenzo, donde se pudieron contemplar al Cristo de Ánimas y Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas. La bulla de la entrada se diluyó ante el silencio que se hizo en el interior del templo, donde permanecieron los dos pasos de una corporación que espera ya a la Semana Santa de 2023.
Fotogalería: La intimidad y recogimiento de Ánimas, en imágenes
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