La lluvia empaña un inicio histórico

Entrada Triunfal

La Borriquita sale de la Catedral y tiene que refugiarse en el Góngora tras un gran chaparrón

La lluvia empaña un inicio histórico
Noelia Santos

21 de marzo 2016 - 01:00

EL día amaneció con un sol radiante y la sensación de que el primer día de la Semana Santa iba a poder desarrollarse con total normalidad. Finalmente, las inclemencias meteorológicas empañaron una mañana de Domingo de Ramos llamada a ser histórica. Puntual, la Cruz de Guía de la hermandad de la Entrada Triunfal salía al Patio de los Naranjos dejando una imagen nada habitual en la Pasión cordobesa, iniciada siempre en la iglesia de San Lorenzo. La Judería esperaba así el caminar de Nuestro Padre Jesús de los Reyes y Nuestra Señora de la Palma tras un cortejo en el que los niños se convirtieron en protagonistas. De nuevo, un año más, un nutrido grupo de pequeños hebreos cargados de palmas acompañaron a los titulares de la conocida como Borriquita, que este año, para cumplir con la llegada a la Mezquita-Catedral, decidió salir del histórico templo para no alargar demasiado su itinerario.

Había ganas cofrades en los cordobeses y turistas que se arremolinaban en la calle Deanes para observar una imagen que tardará mucho en olvidarse. La Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Caído, en el misterio, y la asociación musical ecijana Amueci, en el paso de palio, marcaron el camino de los sagrados titulares de la hermandad de la Entrada Triunfal que a medida que caminaban hacia la carrera oficial iban apretando más el ritmo ante el riesgo inminente de lluvia.

El paso de misterio entraba antes de hora en la plaza de las Tendillas, una carrera oficial que este año tenía que hacer en sentido contrario, cuando las primeras gotas empezaban a avisar de lo que sucedería después. En poco menos de cinco minutos el cielo comenzó a descargar una gran tromba de agua, granizo incluido, que obligó a los costaleros a caminar deprisa para resguardar a los pasos en el patio del instituto Góngora. Así fue, entre aplausos y paraguas, como Nuestro Padre Jesús de los Reyes tuvo que dejar a un lado Claudio Marcelo para evitar que los daños al patrimonio de la hermandad fueran a más. Y lo mismo pasó con la Dolorosa.

La tristeza se apoderó así de los hermanos de la cofradía de San Lorenzo que habían comenzado una estación de penitencia espléndida, con un sol radiante, para después tener que resguardarse de la lluvia que cayó con fuerza durante más de una hora. Eran casi las 14:00 cuando la cofradía retomó el camino hacia su barrio, ya sin música y a paso de mudá (rápido y sin florituras). Los aplausos, una vez más, pusieron el ritmo a los pasos de unos costaleros que destacaron, sin duda, por un trabajo encomiable siempre con el objetivo de conservar en el mejor estado el patrimonio cofrade. Las túnicas y ropajes de las figuras que componen el misterio de la Borriquita estaban empapados, al igual que el manto y el palio de Nuestra Señora de la Palma. Un palio, además, recién estrenado este año con vistas a darle más luminosidad a la Virgen.

La lluvia deslució así el arranque de esta Semana de Pasión pero no pudo evitar que la Puerta de las Palmas, la del Perdón y el Patio de los Naranjos vivieran un inicio cofrade trascendental para la futura Semana Santa de Córdoba.

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