La Vera Cruz

El gran dolor del Señor de los Reyes sobre el Guadalquivir

  • El barrio del Campo de la Verdad acoge el segundo de sus tres desfiles procesionales de esta Semana Mayor

Dos jóvenes hacen footing sobre el recién restaurado Puente Romano; un grupo de chicas toma el sol en el parque de Miraflores a la altura de la Torre de la Calahorra, y otros simplemente contemplan el paso del Guadalquivir. Menos mal que algunos de los miembros de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Fuensanta, agrupados en la puerta del bar Los Romerillos, recuerdan que es Lunes Santo y se acerca la hora de la salida de la Hermandad de la Vera Cruz por el Campo de la Verdad.

Menos mal que un nazareno cruza el paso de peatones que da acceso a la avenida Campo de la Verdad. Menos mal que ya hay bulla en la Plaza de la Iglesia. Sin embargo, el tráfico continúa y apenas faltan una veintena de minutos para que comience el desfile procesional. Menos mal que a escasos metros de la iglesia de San José y Espíritu Santo están Mariano Reina y Pilar Herrador, hermanos de la cofradía de la Virgen del Rayo, con una vara de acompañamiento. "Todo lo hacemos por la Virgen", asegura Pilar, quien insiste en que su presencia tiene mucho sentido y que lo hace desde 1984 porque "no importa lo que cueste estar aquí".

La bulla del Campo de la Verdad no calla, ni siquiera pide silencio cuando por fin el portón de la casa de hermandad se abre y aparece Nuestro Señor de los Reyes, obra de Antonio Dubé. Ahora sí, un leve silencio se extiende sobre el gentío para contemplar el abrazo místico de Jesús con la cruz, sobre la que carga todo el dolor del mundo. Es el gran dolor del Señor de los Reyes.

"Se han acabado esas noches de frío con el paso vacío", jalea uno de los capataces a los 30 costaleros del paso del Señor. Aplausos a cada levantá. Los costaleros paran en hasta cuatro ocasiones hasta que por fin sus pies tocan la calle; antes tienen que atravesar el pasillo que hace las veces de atrio del templo, que cientos de personas abarrotan, en su mayoría niños y jóvenes, y que dificultan la salida del paso. A pesar de ello, los nazarenos con túnica en blanco merino y cubrerrostro rojo salen a tomar las calles en penitencia.

El Señor continúa y es en la última parada cuando comienza la salida de María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores Gloriosos desde la casa de hermandad. El Señor de los Reyes avanza por su barrio y aún se escuchan los tambores de la banda de la Fuensanta cuando comienza la Marcha Real que interpreta la Banda de Música de la Virgen de las Mercedes de Bollullos Par del Condado (Huelva) para la Virgen, que a pesar de la palidez hermosa de su rostro blanco ilumina la sonrisa de la bulla. También Ella se pierde por las calles en busca del Guadalquivir. Miraflores a la ida y el Puente Romano a la vuelta, y el Guadalquivir, el privilegiado por su paso.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios