María José Sánchez. Pregonera de la semana santa de Córdoba 2018

"Una cofradía es muchísimo más que salir en cortejo cada Semana Santa"

  • María José Sánchez se adentra cada mediodía en la casa de muchos cordobeses desde Canal Sur y el próximo sábado aspira a colarse "en positivo" en las conciencias de los cofrades

"Una cofradía es muchísimo más  que salir en cortejo cada Semana Santa"

"Una cofradía es muchísimo más que salir en cortejo cada Semana Santa"

María José Sánchez (Córdoba, 1967) se define a sí misma como "una mujer muy normal, muy trabajadora, muy de familia y a partir de un tiempo relativamente reciente, también muy cofrade, creo que eso es lo que ha enganchado para que en esta ocasión me elijan como pregonera de la Semana Santa", defiende .

-¿Cuánto de reciente?

-Pues, realmente yo tengo relación con el mundo de las cofradías desde hace tiempo. Soy solamente de la Hermandad de la Paz y Esperanza, no tengo tiempo ni devoción para dedicarme a más cofradías, porque entiendo que estar en una cofradía no es sólo participar en un cortejo ni participar sólo del montaje de la Semana Santa, para mi formar parte de una cofradía es participar todo el año de los diversos cultos, de las diversas propuestas y eso lo tengo claro. Siempre he tenido devoción por la Paloma de Capuchinos, he ido participando en los diversos cultos, en las diversas propuestas formativas que hacía la Hermandad, pero realmente cuando entré en ella fue a finales de 2015; me propuso la Junta de Gobierno ser camarera mayor y, afortunadamente, también desde el año pasado que empezamos los trámites para la coronación canónica de la Virgen también formo parte de la comisión y me está permitiendo en este tiempo participar muy profundamente en el mundo cofrade desde las entrañas de una cofradía

-¿Que sintió cuando se le propuso ser pregonera?

-Pues, lo primero, me causó una tremendísima sorpresa que el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías [Francisco Gómez Sanmiguel] me llamara para decirme que habían pensado en mi para que pregonara la Semana Santa, dado que en el mundo cofrade yo era relativamente poco conocida. Luego, entendí que era una oportunidad para abrirme casi definitivamente, porque creo que el pregón va a ser una prueba definitiva dentro del mundo la cofradía, y lo asumí como un reto totalmente ilusionante. No podía dejar escapar esta oportunidad aún sabiendo que es una misión difícil y complicada.

-¿Qué pregón se va a encontrar quien acuda al Teatro Góngora?

-Va a ser tremendamente sencillo e íntimo. Lo que quiero contar es cómo vivo yo la fe, porque va a ser un pregón reivindicativo de fe. Quiero poner en valor la fe y las cofradías. Va a ser un pregón con mucho sentimiento y vivencias personales, en donde va a estar presente mi ciudad y todas y cada una de las hermandades que procesionan, un pregón en positivo y que todos salgamos con unas enormes ganas de vivir Semana Santa.

-Usted va a ser la tercera mujer en la historia que pregona la Semana Santa de Córdoba, ¿qué papel juega para usted la mujer en las cofradías en la actualidad?

-Los números cantan, están ahí. Si analizamos la presencia de la mujer en las cofradías de Córdoba, la verdad es que algo pasa, hay un déficit de presencia femenina en el día a día. No soy mucho de establecer paridades entre hombres y mujeres. Libremente, mujeres y hombres debemos decidir si queremos estar o no y a lo mejor las mujeres priorizamos y no nos interesa estar, eso está en cada uno. Me gustaría que esa falta de equidad en cuanto a número se fuera compensando . Si analizamos la evolución de las cofradías vemos que hay mucha gente joven y la mayoría de esa gente joven son mujeres, creo que la mujer tiene un peso importantísimo en el futuro más inmediato de las cofradías y me gustaría que diésemos un paso al frente para ocupar puestos a los que ahora no tenemos acceso.

-¿Considera que la gente percibe en papel que juegan las hermandades en la sociedad?

-Matizaría dos cosas. Primero tendríamos que ver cómo vemos los cofrades a las cofradías y qué somos realmente, porque para mi la base está ahí. Quizás nosotros estamos proyectando una imagen que no es la que deberíamos. Primero tenemos que analizar nosotros mismos qué somos y no sólo somos un cortejo al año. Insisto, las cofradías tenemos que sentar muy bien las bases de lo que queremos, no somos cofrades un día, sino que se es cofrade todo el año. Y una vez establecida esa base, tenemos que proyectar ese sentimiento a la gente. Es inevitable ese debate, de la cofradía, de la fe, de si perteneces a la cofradía y no eres creyente, de si eres cofrade y no eres cristiano...Tenemos que hacer un examen de conciencia exhaustivo y ser rigurosos primero con nosotros mismos para luego poderlo llevar a la calle y que la calle vea lo que nosotros sentimos. Luego, también somos conscientes de que somos espectáculo entre comillas, eso es inevitable y hay mucha gente que no tiene un sentimiento de fe ni un sentimiento cofrade, pero que disfruta viendo un cortejo y una imagen bien vestida con un valor patrimonial importante, con un esfuerzo de exorno floral...eso también es al fin y al cabo Semana Santa.

-Pero estará conmigo en que las cofradías son mucho más que sacar imágenes a la calle.

-Por supuesto, eso lo tengo clarísimo. Además, la pretensión que tengo es dejar eso muy claro en mi pregón. La Semana Santa es el culmen, es disfrutar de nuestra fe en la calle, pero la Semana Santa comienza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección y la cofradía es todo el año; puedo asegurar que el trabajo de una cofradía y lo que puede dar de sí es mucho y bueno si decides formar parte de un colectivo de este tipo.

-Lo estará palpando ahora más con los preparativos de la coronación de María Santísima de Paz y Esperanza.

-Estoy teniendo mucha suerte porque llevo tres años metida en las entrañas de mi cofradía y me está tocando vivir acontecimientos muy importantes: poner en marcha el proceso de coronación de nuestra titular mariana, que es sin duda el acontecimiento más importante que va a vivir la hermandad a lo largo de su historia y que lo tenemos a la vuelta de la esquina, porque nos quedan dos años; además, tenemos este año la vivencia del 75 aniversario del Señor, con lo que también ello supone y también con un calendario de actos muy importante; y también estamos a punto de inaugurar una nueva casa de hermandad, algo fundamental para el día a día de la cofradía.

-Volviendo al pregón, supongo también incluirá algo de sus vivencias en Montoro.

-Claro, es que la tradición cofrade no me viene de aquí de Córdoba desde el punto de vista familiar, sino que me viene del pueblo. Yo soy nacida en Córdoba, pero toda mi familia es de allí y mi padre no era cofrade aquí en Córdoba, pero sí en Montoro, donde tenemos relación con tres cofradías muy señeras, porque además mi abuelo trajo la imagen de La Borriquita, somos hermanos todos los miembros de la familia de Jesús Nazareno, que es la imagen por excelencia de Montoro, y también de la patrona de Montoro, la Virgen del Rosario, a la que tuve la oportunidad de pregonar en 2014. Entonces, las raíces cofrades las tenemos en el pueblo y eso también te marca.

-¿Hasta qué punto las cofradías dan ejemplo para que los jóvenes que acuden a ellas se queden?

-Tengo un hijo de 18 años y es cofrade más que yo. A mi me gusta el movimiento que veo de jóvenes en todas las cofradías, pero yo a él sí le matizo mucho que sepa en dónde se está metiendo en el sentido de que una cofradía no es ponerse un traje de chaqueta en una fiesta de regla, no, eso está muy bien, pero es muchísimo más que eso. Si un joven cree que entrar en una cofradía es eso o ponerse una túnica y hacer ocho horas de recorrido por las calles de Córdoba, está muy equivocado, una cofradía es muchísimo más. Y además, les aconsejaría que tuvieran muy en cuenta la formación, porque en sus manos tienen el futuro de las cofradías de Córdoba. Sé que los jóvenes se mueven mucho, que tienen unos conocimientos que quizás nosotros en nuestra época no teníamos y unos medios para difundir sus actividades en la cofradía. Su fe, su compromiso cristiano es brutal porque están enganchados todos los días a los medios de comunicación, pero les pediría por favor que empiecen desde abajo y que se formen. Además, es curioso, están muy involucrados con la obra social, cosa también muy importante en las cofradías. Les pediría que esos valores que están atesorando desde jóvenes, que los afiancen, pero desde luego si alguno se acerca a una cofradía por el mero hecho de ponerse un traje y de opinar a mí me gusta este palio más o menos, ese no es el camino, y no le haría bien a todo ese movimiento juvenil que creo que está trabajando sobremanera.

-¿Pertenecer a una hermandad es vivir a contracorriente?

-Yo no lo estimo así, a mí me está ayudando, participar en la cofradía me ha servido para encontrar otra familia. Un tiempo de mi vida lo quiero canalizar ahí porque me permite vivir mi fe, mi compromiso cristiano, me permite vivirlo en hermandad, me gusta, me atrae una imagen, me dice cosas, siento un refugio que personalmente me llena ...No creo que vivamos a contracorriente, en mi caso cada día noto que tengo más necesidad y más compromiso de defender la decisión que he tomado de pertenecer a una cofradía. Quizás es la sociedad la que quiere que vivamos a contracorriente y eso es lo que no entiendo y desde mi punto de vista no voy a permitir. A lo mejor el pregón va a servir para reafirmarme en la necesidad de que tengo que reivindicar que soy cristiana, que tengo fe, que pertenezco a una cofradía y que se está bien en ella, que no hay ningún problema en estar y que hay libertad para pertenecer, para entender que son también un movimiento social importante y sin ningún complejo.

-Habla como si fuera a haber un antes y un después en su vida cofrade tras el pregón.

-Eso es algo que lo tengo clarísimo. Quizás por la edad, por un momento especial en la vida, creo que me va a marcarme, pero sobre todo porque he sentido la necesidad de exponer mi compromiso cristiano sin tapujos y sin ningún tipo de complejos y lo bien que a mi me hace pertenecer a una cofradía con todas las cosas también negativas que tiene el mundo cofrade, que tiene muchas, como ocurre en muchos otros ámbitos de la sociedad.

-¿Y qué hay que mejorar?

-Insisto, creo que debemos de hacer una examen de conciencia de lo que somos de verdad las cofradías, porque hay aspectos que difieren de la base de lo que debería ser una cofradía. Hay vacíos enormes en la formación y en saber la identidad, en lo que significa realmente ser cofrade. Si una persona quiere pertenecer a un colectivo de este tipo debe saber a lo que se enfrenta. No es me apunto a una hermandad, pago la cuota, me voy a mi casa y aparezco de año en año.

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