El calor no frena a la bulla en San Andrés
Decenas de fieles no quisieron perderse la salida y el paso por la Cuesta del Baílio del Gitano y la Virgen de la Esperanza
San Andrés es sinónimo de bulla el Domingo de Ramos. Ni el fuerte calor, que dejó temperaturas cercanas a los 30 grados, pudo frenar que decenas de fieles se agolpasen desde incluso casi dos horas antes para ver salir a Nuestro Padre Jesús de las Penas, más conocido como el Gitano, y la Virgen de la Esperanza.
La expectación fue máxima. No cabía ni un alfiler en el Realejo. Había muchas ganas de ver a la bendita marea verde y así olvidar el mal trago del año pasado, en el que la lluvia hizo estragos y dejó en su templo a la corporación de San Andrés. Bajo un sol radiante, la salida de la cruz de guía calmó a los presentes. Se hizo, sólo por un momento, el silencio. El ambiente creció cuando el Gitano salió lentamente a ritmo de la Saeta, primera marcha de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Linares. Con el primer paso ya fuera, la locura se desató con la presencia de la talla de Martínez Cerrillo por el Realejo. Aplausos y olés para el Señor que caminaba con paso firme hacia Muñices para desembocar después en la plaza de la Magdalena, donde dejó una estampa que recordó al Vía Crucis Magno de 2013.
Con el reloj marcando diez minutos pasando las cinco, la Esperanza, con su tez morena, se reencontró con la ciudad. Rafael Ramírez Galvín lo dejó claro en la primera levantá: "Vamos a llenar Córdoba de Esperanza". La talla de Martínez Cerrillo, con los sones de su banda, deleitó a los presentes con una salida vigorosa.
Con la marcha de los dos pasos buscando la Catedral por San Pedro, la bulla se esfumó en unos minutos, buscando nuevos sitios donde reencontrarse con la corporación de San Andrés. El paso por la Magdalena y la nueva carrera oficial fueron puntos claves, aunque el más esperado por todos fue el paso de la hermandad por la Cuesta del Baílio en su regreso. La entrada a su templo fue el culmen a una estación de penitencia brillante y cargada de mucha Esperanza.
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