Recogimiento en San Roque

La hermandad suspende su estación de penitencia ante el alto riesgo de lluvia durante su horario de salida procesional

Ángela Alba

28 de marzo 2013 - 01:00

LOS hermanos del Perdón saben bien el daño que hace la lluvia. Desde la corta historia de la cofradía -que sacó en procesión por primera vez a Nuestro Padre Jesús del Perdón en 1996 y a María Santísima del Rocío y Lágrimas en 2000- en varias ocasiones han visto cómo sus imágenes resultaban dañadas por un chubasco inesperado.

Una de las más trágicas fue en 2006, cuando una tromba de agua cayó sobre los titulares de la hermandad cerca de la Catedral, teniéndose que refugiar en la puerta de Santa Catalina y del Perdón. En la memoria de todos los cofrades que vivieron ese momento ha quedado grabada esa dura y triste imagen de los pasos buscando cobijo mientras la lluvia se ensañaba con ellos.

Por eso ayer, y viendo las inclemencias meteorológicas -aunque el cielo estaba más despejado que en días anteriores hubo más chubascos- la decisión ya estaba tomada a las 16:30, hora en la que la cofradía tenía prevista su salida procesional. Sin rodeos y con paso firme, la junta de gobierno de la hermandad comunicó la suspensión de su estación de penitencia. "Esto nunca es fácil, se vive todo el año esperando este día y tener que hacer esto... Pero también es una decisión muy pensada y recapacitada, es decir, esta mañana (por ayer) ya he estado pensando y cuando es imposible es imposible", manifestó María del Rosario Revilla, hermana mayor del Perdón. La experiencia manda y "no podemos exponer el patrimonio de la cofradía a que nos caiga otro chaparrón, porque nosotros en eso somos reincidentes", añadió Revilla.

Por eso, los integrantes de esta cofradía vivieron su estación de penitencia en el interior de la iglesia de San Roque, un templo de pequeñas dimensiones que incitaba al silencio y contemplación. Poco a poco el cuerpo de nazarenos, que estaba reunido en el patio, entró en la iglesia, donde la hermana mayor les comunicó la decisión y los invitó a realizar turnos de vela durante la exhibición al público de Jesús del Perdón y María Santísima de Rocío y Lágrimas. Pero sobre todo les pidió silencio y respeto. "Quiero recogimiento", insistió.

Tras esto, el consiliario de la hermandad, José Juan Jiménez Güeto, presidió un vía crucis en el que sólo participaron los miembros de la cofradía. Pasadas las 17:30 se abrieron las puertas de la iglesia y pudieron acceder a ella las decenas de personas que permanecieron en los alrededores de la calle Buen Pastor, cordobeses y algunos turistas ataviados con sus cámaras y con la curiosidad de descubrir la Semana Santa cordobesa, aunque debido al mal clima sólo sea dentro de los templos.

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