Miércoles Santo en Baena: El Huerto inicia los días grandes

En la tarde del Miércoles Santo en Baena, tras echar los judíos las cajas desde primera hora de la madrugada, los sayones han cruzado sus lanzas en la Cruz de Jaspe y el paso a la iglesia de San Francisco ha quedado totalmente prohibido a todo judío colinegro. Es una procesión de la cola blanca aunque desde antaño esta Cofradía invita a los judíos colinegros al desfile.

El patio del insigne convento de San Francisco se ha abarrotado, Baena ha enmudecido, y en unos momentos de fervor, emoción, silencio y a veces bullicio, la imagen de Nuestro Padre Jesús del Huerto ha salido a la calle entre vítores, saetas y palmas, a hombros de sus numerosos hermanos de andas.

Esta imagen representa a Jesús orando en Getsemaní y las caras apesadumbradas de sus hermanos parecen presagiar el fatal desenlace.

Más tarde, el ambiente se enmudecerá bajo el sonar unísono de los tambores roncos de los hermanos de Jesús de los Azotes mientras que Jesús de la Ventana se mece como ningún otro sobre jóvenes y fuertes hombros al paso de la banda. Nuestra Señora de los Dolores cierra el desfile procesional con lágrimas de dolor e impotencia en sus mejillas. En la Plaza de la Constitución, Cristo será prendido y entregado a los judíos.

También en esta noche desfila la hermandad del franciscano San Diego, una imagen anacrónica a la Semana Santa pero que fue el origen de la procesión del Miércoles Santo, lo que explica su aparición en este día.