El periodista Manuel González ha exaltado la saeta de Lucena con un pregón en el que ha hecho un recorrido por la historia de este género musical del que hay testimonio impreso en la prensa local desde 1906. Su discurso ha estado acompañado este domingo por los cantaores locales Antonio Nieto y Araceli Campillos y los sevillanos Raúl Montesinos y Antonio Ortega hijo en un acto organizado por la Peña El Santero.

González ha destacado que la "súplica íntima, popular y sobrecogedora" que es la saeta está llena de silencio, respeto y admiración. "En su evolución más sencilla y amoldable, enardece, armoniza y ensambla las juntas de santeros, brotando en desafíos metafóricos, intensa fraternidad y acicates indispensables", ha señalado el exaltador.

El periodista, colaborador de El Día, ha señalado que este acto es una oportunidad para "escuchar la Cuaresma, preludio de la Pasión, que regresa, para que la interioricemos, y que siempre existirá". 

Así, ha resaltado que este canto religioso "persuade, instruye y emociona" porque "nos interpreta y sentencia que en la Semana Santa no se impone ni prevalece la felicidad". En ese sentido, ha agregado que "la entrega desmedida del cantaor rezuma sacrificio consciente y decidido; los versos octosílabos traspasan, simplificándolos, pasajes evangélicos; y los dones vocales remueven entresijos intrínsecos donde se cobijan la Fe, la esperanza y el fervor".

Después, ha hecho referencia a la pandemia del coronavirus y a cómo hace 12 meses, "empezábamos a conocer nuestra fragilidad", buscando consuelo protector "en una estampa recogida en algún besamanos; esa medalla que recibimos de niños; o aquella antigua grabación que habíamos arrinconado".

En ese momento, ha recordado que la primera Exaltación de la Saeta, pronunciada en la iglesia de San Juan Bautista "desde la vocación, la herencia genealógica y el talento por Francisco Jesús Barbancho suponía uno de los últimos actos cuaresmales".

"Hoy, la sucesión temporal nos vuelve a convocar, ahora en este Palacio Erisana, sede habitual de la final de un Concurso Nacional de Saetas, probablemente más elogiado y ponderado fuera que dentro de Lucena, e impulsado y sostenido por la Peña El Santero", ha aseverado González.

Tras esto, el exaltador se ha centrado en el origen e influencias de la saeta, en la que "musicalidad judía, cristiana y árabe convergen en una afinación arrebatadora que culmina anhelos, promesas y desesperaciones" y también ha recordado a diferentes saeteros lucentinos.

"Siento, al sacudirme una saeta con intacta esencia lucentina, el paseíllo de unos santeros preservados con el cinto de su padre, que son el orgullo de un abuelo con los ojos empañados; que dedican su sacrificio a la paciencia y el tesón de madre; y que encuentra, sin cesar, en el amor de su vida, la tranquilidad, la compañía incondicional; los consejos más valiosos; y una convicción inigualable", ha manifestado González.