Gotas de agua sobre el Guadalquivir
La Vera Cruz
La hermandad suspende su estación de penitencia por el riesgo de lluvias
El Guadalquivir sigue con su curso rápido esta tarde en contraposición con las nubes, que se han querido instalar en el cielo de Campo de la Verdad. Y las nubes, que tanta agua dejaron hace un par de meses sobre Córdoba, esta tarde amenazan con romper sobre el templo de la parroquia de San José y Espíritu Santo. Pero se quedan en amenaza. La suficiente como para que pocos minutos después de las siete de la tarde uno de los miembros de la hermandad de la Vera Cruz anuncie a los costaleros que aguardan ante la puerta del templo lo que nadie quiere oír la tarde del Lunes Santo. "La cofradía ha decidido quedarse en casa". El temor se ha cumplido. El rumor es una realidad después de tres cuartos horas de espera. La Vera Cruz se queda en su templo. Prefiere no arriesgar ante la previsión meteorológica. Y menos mal, porque al final, el agua cayó sobre el Guadalquivir a última hora de la tarde.
La confirmación corrió como la pólvora sobre la plaza de la Iglesia. No hizo falta que nadie lo comunicara. El simple hecho de ver a un costalero enrollando su faja negra fue suficiente. Abrazos y ojos con lágrimas como respuesta. Pero mejor quedarse bajo resguardo porque hace diez años, según explicaba uno de los fieles, "tuvimos que resguardarnos en la Mezquita-Catedral cuando íbamos de vuelta". "A mi todo esto me da mucha pena", sentencia una joven que espera a que las puertas del templo se abran y comiencen los turnos de vela.
Y la pena se extendió por todo Campo de la Verdad cuando ninguno de los titulares de la Vera Cruz salió. Mucho antes, a eso de las 17:30, la bulla ya estaba en plaza de la Iglesia, a pesar del manto de nubes que presidía el cielo de la tarde. "No sólo se puede pensar en salir o no, sino en lo que puede pasar dentro de seis horas", sentencia un costalero a la puerta del templo. "No hay ningún sitio para resguardarse en el itinerario, sólo de vuelta y en la Catedral", reflexiona.
Las escaleras de acceso a la iglesia siguen llenándose de gente, de vecinos de Campo de la Verdad que ansían ver a Nuestro Padre Señor de los Reyes y a María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores Gloriosos. La bulla hoy ha cambiado su vestimenta: del estreno primaveral del Domingo de Ramos al abrigo de y gabardina improvisada del Lunes Santo.
La espera apura los nervios. A las 18:15, hora prevista por la cofradía para poner la Cruz de Guía en la calle, se anuncia media hora de espera. Pero eso no importa porque la bulla crece más aún. A pesar de lo encapotado del cielo, la gente sigue arremolinándose en el entorno de la parroquia. Ya sea por la cercanía del Guadalquivir, ya sea por lo oscuro de la tarde, el frío se deja sentir en la plaza y los malos augurios van creciendo. El desánimo también y más cuando se oye la decisión y un nazareno sale del templo y enfila solo su camino por la Acera del Arrecife de vuelta a casa.
Mientras, en el interior del templo la hermandad celebra su estación de penitencia. Se organizan los turnos de vela y la bulla entra desesperada. Abrazos, lágrimas entre costaleros, entre nazarenos. Oración, silencio y , sobre todo, respeto en Campo de la Verdad hasta el año que viene.
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