Tres procesiones colman la devoción de los cofrades de Lucena en el Domingo de Ramos, una jornada que arranca a las 17:45 en la parroquia de San Mateo con la salida de Nuestro Padre Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén, conocido popularmente como la Pollinita.

La plaza Nueva era en ese momento un hervidero de niños y mayores, expectantes ante el arranque de una Semana Santa muy esperada, de plena normalidad y especialmente cálida que depara días bulliciosos y espléndidos.

La Borriquita es una escultura de bella factura realizada en pasta de madera en el Taller de Arte Cristiano de Olot en 1928. Representa a Jesús sobre una pollina, porta en la mano izquierda una palma y el cordón dorado en ronzal, mientras bendice con la derecha. 

En el segundo tramo de la tarde, 120 hermanos del Huerto entonaron la Salve a la Virgen de la Estrella en su llanete homónimo, mientras brotaban los primeros sones de la banda de cornetas y tambores Oración, Caída y Columna, de Villacarrillo (Jaén). Detrás de Jesús del Huerto -con Juan José Quirós Arévalo como manijero-, la titular mariana de la cofradía radicada en Santo Domingo compartía su dolor sobre un paso bellísimo, bajo la manijería de Rafael Blázquez Alba.

También el Domingo de Ramos es el momento del reencuentro con la cofradía del Santísimo Cristo de la Bondad y María Santísima del Divino Consuelo. Jesús de la Bondad se representa abrazando su cruz en un gesto de aceptación de la pasión, mientras que la talla mariana muestra a la Virgen acompañada en su dolor por el evangelista San Juan; son obras del imaginero cordobés Francisco Romero Zafra.