Martes Santo

Día de juventud cofrade y de cita con la Catedral

  • Miles de personas inundan las calles en otra jornada más de la Semana Santa cordobesa en la que un incesante calor no consiguió deslucir las estaciones de penitencia.

EL calor, un calor sofocante, amenaza desde primera hora con ser compañero de viaje de las estaciones de penitencia del Martes Santo, el día de las cofradías jóvenes y catedralicio por excelencia, en el día en el que todas las hermandades tienen una cita con la Santa Iglesia Catedral.

El Martes Santo suele empezar muy temprano para hermandades como la del Buen Suceso, justo cuando las puertas de San Andrés se abren de par en par para que los fieles, en intermitente goteo, presenten sus respetos a Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso en su encuentro con su Santísima Madre la Virgen de los Dolores en la calle de la Amargura y María Santísima de la Caridad. Bajo ambos pasos, la hermandad muestra -sobre una mesita- las potencias, "que tras ser bendecidas estrenará el Señor", apunta el vicehermano mayor Máximo Moya, "el Cristo también estrena hoy talla en la trasera del canasto del paso de misterio", añade. Concretamente, una talla de estilo rococó propio del XVIII y obra de Miguel Ortiz. Todo está preparado ya para recibir a los hermanos a las cinco de la tarde -casi tres horas antes de la salida del cortejo procesional-.

También desde primeras horas de la mañana, Miguel Rodríguez-Pantoja vela en San Rafael la segunda salida procesional de la jovencísima Hermandad Universitaria -fundada en 1989-, de la que es hermano mayor. Mientras tanto, muchos aprovechan para fotografiar al impresionante Cristo sindónico, con el Custodio de Córdoba de fondo, y también a Nuestra Señora de la Presentación. "Nuestro reto es concienciar a la universidad de que tiene una hermandad adscrita; poco a poco vamos sumando hermanos universitarios, aunque estamos abiertos a quienes no lo son, porque la universidad significa universalidad; o sea, que en esta hermandad tiene cabida todo el mundo", detalla Rodríguez-Pantoja tras recibir las visita de apoyo en San Rafael del presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, Francisco Gómez Sanmiguel, y del alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto. "Poco a poco", insiste el hermano mayor de esta hermandad -la benjamina- que tiene todos los mimbres para crecer durante el presente siglo XXI y consolidarse así en el Martes Santo y en la Semana de Pasión cordobesa.

Ese calor cumple con nota sus amenazas aproximadamente a las 16:00 horas cuando una multitud se agolpa a las puertas del Santuario de María Auxiliadora para dar la bienvenida a la hermandad salesiana de El Prendimiento. Todos quieren ver cómo luce esa saya roja bordada en oro que le han regalado al Señor sus costaleros y qué forma va tomando el paso de misterio tras sus últimos retoques de carpintería.

Mientras, botellín de agua va y botellín de agua viene entre los pequeños que conforman los tramos infantiles para combatir la deshidratación, algo que se repite entre los niños de esclavinas de la Santa Faz. Curiosa estampa intergeneracional la que se puede contemplar en la Trinidad, el contraste entre esos niños y las personas del centro de mayores ubicado frente a la iglesia que permanecen sentadas a las puertas de la parroquia contemplando cómo la nueva savia de esta hermandad -una de las que más atrae a la juventud- garantiza un futuro esplendoroso. Día señalado en la Santa Faz, sobre todo, para tres de sus componentes. Los tres estrenan cargo. Rafael Ortiz Gómez, el de hermano mayor; y Antonio Ramírez Osuna y Antonio Cano Castiñeira, los de capataces del paso de misterio.

Ese mismo contraste intergeneracional de la Santa Faz es el contemplado en Capuchinos, donde los mayores del centro de Los Dolores contemplan desde sus balcones la salida de La Sangre, la hermandad que inaugura la Semana Santa en la plaza del Cristo de los Faroles, desde donde el Miércoles Santo lo hará La Paz. Como cada Martes Santo, Capuchinos vuelve a revivir un pasaje de la vida del Maestro -Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilatos: "¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?" (Mateo, 27:17)-. El clamor popular con el que se recibe al también llamado Císter en Capuchinos, que este año también estrena hermano mayor, Carlos M. Olivares Blanco, demuestra una vez más que Córdoba quiere que se libere a Jesús, representado en la última obra del afamado imaginero carmonense Antonio Eslava Rubio, y que destaca en una estación de penitencia al que acompañan los sones la Banda de Cornetas y Tambores Esencia (Sevilla), mientras que la Banda de Música María Santísima de la Esperanza hace lo propio con Nuestra Señora Reina de los Ángeles. Tanta gente en Capuchinos, que pocos privilegiados, los de la primera fila y alguno más, tienen la oportunidad de ver desde un primer momento la faz de la Reina de los Ángeles, que recibe el abrazo consolador de San Juan, el discípulo amado, a su izquierda.

Menos calor, un calor poco cruel y piadoso, gracias a las sombras proporcionadas por el Patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral, quiere ser protagonista en el inicio de la estación de penitencia de La Agonía. Esta hermandad vuelve a sentirse muy orgullosa de su barrio, El Naranjo, cuyos vecinos son muy fieles a su hermandad. La sienten muy dentro, como demuestra el hecho de que son muchos los que se acercan hasta el primer templo de la Diócesis para contemplar su partida. Los nervios y emociones se palpan al ver a Jesús de la Agonía sobre su paso -obra de José Carlos Rubio Valverde- ya concluido, mientras que en el cortejo se pueden contemplar las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba, que fueron cedidas a la parroquia por el cofrade José Murillo Rojas y que son custodiadas por la propia hermandad. Dos hermanos turiferarios escoltan estas reliquias estrenando sendos incensarios de los talleres lucentinos de Angulo Bronces. Otro estreno significativo es el de las cuatro maniquetas que escoltan al Señor de la Agonía, que lucen la primitiva túnica de la hermandad, homenajeando así a los que los primeros nazarenos de la cofradía. Novedades a las que hay que sumar el escudo corporativo en la capa y la encomienda de Santa Victoria en el cubrerrostro que llevan los cuerpos de nazarenos y esclavinas. Las horas han pasado y el Buen Suceso -la última en poner su Cruz de Guía en la calle el Martes Santo- está ya en su recorrido luciendo potencias nuevas recién bendecidas y convirtiendo, tras su salida, a San Andrés -después del paso de La Universitaria por sus puertas camino de la Carrera Oficial- en todo un reto para quien no haya estado apostado en sus inmediaciones. Tras el Martes Santo, San Andrés y La Trinidad ya no volverán a abrir sus puertas a una estación de penitencia hasta la Semana Santa de 2016. El sol, por el contrario, amenaza con continuar en la jornada de Miércoles Santo con su impiedad, bendita impiedad, que diría el mundo cofrade. Como también volverán a tomar las calles -como ha ocurrido desde el Domingo de Ramos- miles y miles de personas a las que ese sol abrasador no podrá arrebatarles ni una pizca de devoción.

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