Semana Santa

Cortejo de palmas para la Borriquita

  • Los pasos de Jesús de los Reyes y la Virgen de la Palma abren los cortejos del Domingo de Ramos

Pasaban algo más de las 10:30 cuando la primera Cruz de Guía de la Semana Santa 2014 hacía acto de presencia bajo el rosetón de la iglesia de San Lorenzo ante la mirada atenta de decenas de personas que esperaban con ilusión ver en la calle a los primeros pasos del año. La plaza del templo dejaba ver que las ganas continuaban guardadas desde el año pasado, cuando la lluvia estreopeó muchas de las procesiones que tenían que hacer estación de penitencia durante los últimos días, y los balcones engalanados para la ocasión servían de palco para otros muchos espectadores de la tradición.

La Entrada Triunfal abría así un Domingo de Ramos un año más, pero con la diferencia de que ayer nadie miraba al cielo, porque la seguridad se apoderaba de los cofrades que sabían que al inicio de la fiesta lo cubriría un manto de azul cielo despejado. Y así fue, las primeras nubes de la mañana se iban alejando a medida que Nuestro Padre Jesús de los Reyes -obra del bujalanceño Juan Martínez Cerillo- se acercaba al pórtico de San Lorenzo para que la banda de cornetas y tambores Caído Fuensanta entonara la Marcha Real y diera comienzo de forma oficial la Semana Grande. Todo ello precedido del cortejo de palmas que decenas de pequeños hebreos portaban para conmemorar la entrada, a lomos de una burra, de Jesús a Jerusalén. Estos hebreos, además, iban respaldados por los primeros nazarenos de la Semana Santa, con túnicas color hueso y perseguidos por los niños que recorriendo las filas de capirotes esperan agrandar esa pelota de cera con los cirios.

Y cuando el paso de Jesús en su entrada triunfal iba encarando el Realejo y dejando olor a incienso a su paso, Nuestra Señora de la Palma asomaba su palio color azul a través de la estrecha puerta de la iglesia. Los costaleros, de riguroso blanco, tuvieron que agacharse y pasar a pulso por debajo del arco de San Lorenzo. La multitud, en silencio, recibió con aplausos la levantá a la primera dolorosa de la Semana Santa de este año que al compás de los sones de la Sociedad Filarmónica María Inmaculada de Linares (Jaén) encaró su recorrido entre los gritos de júbilo de los devotos. Los varales de alpaca plateada bajo los que sobresalía el manto color rojo intenso de esta Virgen de Francisco Romero Zafra continuaron un camino que les llevó hasta la carrera oficial para volver de nuevo a San Lorenzo por la calle Alfonso XIII. La Borriquita realizó así su estación de penitencia y llegó a su casa algo pasadas las 14:30 y sirviendo de preludio a una tarde de Domingo de Ramos perfecta.

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